“Apagón" por el Planeta

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photo_camera El Acueducto de Segovia, a oscuras por la 'Hora del Planeta'. (EFE)

Los edificios más emblemáticos de España, sedes de empresas, de partidos políticos, de comercios, de viviendas y más de 250 ciudades se sumaron ayer a la 'Hora del Planeta'. 

La Puerta de Alcalá, la Giralda de Sevilla, la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, el Palacio Real o la Torre Agbar de Barcelona, entre otros edificios emblemáticos, apagaron sus luces ayer las 20.30, al iguyal que en el resto del mundo para secundar la iniciativa impulsada por la organización WWF a nivel mundial.

Sin embargo, y pese al apagón, el consumo de energía eléctrica en España fue de 30.880 megavatios, un 4,9% más que a la misma hora del pasado sábado, cuando la demanda se situó en 29.434 megavatios. El año pasado, la "Hora Planeta" supuso una caída en la demanda de energía del 3,7 %.

Aunque la lluvia en Madrid impidió que se desarrollaran en la Plaza de Oriente las actividades previstas dentro del evento central que la organización había preparado para celebrar 'La Hora del Planeta', sí se podía llevar a cabo el 'scrabble' gigante y humano programado. De este modo, decenas de personas, portadoras cada una de ellas de un cartel en forma de ficha de 'scrabble' con su letra correspondiente, formaron los mensajes 'No al petróleo en la costa', 'Clean energy now', 'Usa la energía del viento', 'Usa el poder del sol', 'Energías limpias ya' y 'El futuro es renovable'.

'La Hora del Planta', cuya primera edición se celebró en el año 2007, ha comenzado en esta ocasión en la ciudad de Auckland, en Nueva Zelanda, la primera que se ha quedado a oscuras este sábado para defender el ahorro energético, el uso eficiente de la energía, la promoción de las energías renovables y el autoconsumo y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.

Según los organizadores, son más de 7.000 ciudades de hasta 152 países y más de 1.000 millones de personas los que se sumaron a esta simbólica forma de protesta contra el cambio climático, que finalizaba en la isla de Tahití, en la Polinesia francesa.

El responsable de comunicación de WWF España, Miguel Ángel Valladares, dijo que esta iniciativa llegó ya a su tercera fase, después de que la primera se pensara en la acción simbólica que llamara la atención y, después, por el impulso a pasar de la acción e ir más allá para proponer acciones que todos pueden hacer. En esta tercera fase, se aspira a crear un movimiento global e interconectado con una conducta pro-ambiental. "Se nos ha ido de la manos en el buen sentido. Ya no es solo un apagón mundial, sino inculcar y concienciar para que el resto del año la gente sea respetuosa con el medio ambiente", dijo Valladares.

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