Como viene siendo habitual, cada vez que hay una feria electrónica de importancia, Apple torpedea la atención mediática que se le presta al evento presentando alguna novedad. Si el año pasado presentaba el iPad, este año se trata de la tienda de aplicaciones para ordenadores personales Mac, la Mac App Store, que nace de la experiencia y la filosofía de su homóloga para dispositivos iOS, la App Store, y que viene a centralizar la gestión de las aplicaciones para Mac, y a simplificar el mecanismo de instalación y actualización de las mismas.
Así, se pueden descargar o comprar aplicaciones usando una cuenta de usuario, de la misma manera que se hace en iTunes o en iPhone, lo que significa que compramos una licencia de uso de un programa que podremos instalar en uno o en varios ordenadores que tengamos, y que podremos restaurar en caso de que reinstalemos el sistema o cambiemos de ordenador.
La Mac App Store detecta qué programas tenemos instalados y los refleja como aplicaciones instaladas, pero sólo se actualizan a través de la Mac App Store aquellos que hayan sido descargados desde la misma.
Los precios de las aplicaciones siguen siendo los mismos que en los formatos de distribución tradicionales, con algunas excepciones, pero se espera que la competencia entre aplicaciones similares dentro de la misma tienda acabe rebajando los precios actuales.
La Mac App Store detecta qué programas tenemos instalados y los refleja como aplicaciones instaladas, pero sólo se actualizan a través de la Mac App Store aquellos que hayan sido descargados desde la misma.
Los precios de las aplicaciones siguen siendo los mismos que en los formatos de distribución tradicionales, con algunas excepciones, pero se espera que la competencia entre aplicaciones similares dentro de la misma tienda acabe rebajando los precios actuales.
