El Foro Nuclear rechaza las protestas de la ONG y afirma que la planta funciona con todas las garantías de seguridad

Greenpeace bloquea la entrada a la central nuclear de Garoña con un 'container' con 10 activistas que exigen su cierre

Activistas de Greenpeace ante la central de Garoña.
La organización ecologista Greenpeace bloqueó hoy la entrada principal a la central nuclear de Garoña (Burgos) por medio de un conteneder de resistencia en el que se encuentran diez activistas 'antinuclearos' de la ONG que exigen el cierre 'inmediato' de la central. Greenpeace demanda al Gobierno socialista que cumpla con su compromiso de cierre de las centrales nucleares, tal y como prometió en campaña electoral, y proceda a la clausura inmediata de Garoña, la central más antigua de España.
Al mismo tiempo, otro grupo de activistas se ha encadenado a la puerta de la central nuclear, mostrando pancartas con el lema: 'Garoña, cierre ya'.

Los activistas que se encuentran en el interior del 'container' pertenecen a la reciente campaña lanzada por la organización ('Yo soy antinuclear') y están preparados -tal y como comunicaron- para resistir y transmitir su experiencia antinuclear a la sociedad, así- como para recordar la inviabilidad de la energí-a nuclear.

La acción de protesta 'pací-fica' de Greenpeace persigue recordar a la opinión pública el compromiso electoral del PSOE de 'sustituir de forma gradual la energí-a nuclear en España por energí-as seguras, limpias, y menos costosas, cerrando las centrales nucleares y potenciando el ahorro y la eficiencia energética y las energí-as renovables, la generación distribuida y las redes de transporte y distribución local'.

'Es hora de que el Gobierno socialista cumpla su compromiso de cerrar Garoña y las demás centrales nucleares', declaró Juan López de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace. 'El Presidente Zapatero cometerí-a un grave error si decide darle la espalda a la mayorí-a antinuclear de la ciudadaní-a'.

La ONG denuncia que Garoña, inaugurada en 1971, está 'totalmente amortizada desde hace años, y es una central nuclear obsoleta, aquejada de graves problemas de seguridad'.

Su permiso de explotación termina en julio de 2009. Sin embargo, la compañí-a propietaria Nuclenor (que pertenece a partes iguales a Endesa e Iberdrola), ha pedido una prórroga de otros diez años para la central. 'No hay ningún motivo económico, ni energético, ni medioambiental ni social al que el Gobierno pueda agarrarse para incumplir su compromiso de cerrar Garoña y las demás nucleares', declaró Carlos Bravo, responsable de la campaña de energí-a nuclear de Greenpeace.

'Garoña está más que amortizada, su escasa producción eléctrica está sobradamente compensada por el incremento anual de la electricidad renovable, tiene serios problemas de agrietamiento por corrosión, y el rechazo social que genera es manifiesto'.

La aportación de la central nuclear de Garoña al sistema eléctrico en el año 2007 fue de 3.478 Gigavatios por hora, lo que supone un 1,28 por ciento sobre el total de generación neta de electricidad de ese año (que fue de 271.372 Gwh) en España -tal y como informa la ONG-.

Greenpeace recuerda que Garoña ha sido conocida como la 'central de las mil y una grietas' por los 'graves problemas de seguridad que afectan a diversos componentes de la vasija del reactor, en una demostración evidente del agotamiento de su vida útil, es una central que, desde el punto de vista de la seguridad, está fuera de normativa'.

La ONG quiere dar a conocer que esta central sufre un proceso de agrietamiento múltiple por corrosión que afecta a diversos componentes internos de la vasija del reactor. Motivo por el cual la seguridad de esta instalación se encuentra 'seriamente comprometida'.

'Este problema afecta ya al 70 por ciento de los tubos que atraviesan la vasija del reactor y por los que pasan a su interior las barras de control, que son el sistema de frenado de la reacción nuclear', apuntó Greenpeace que, además, recuerda que el propio Consejo de Seguridad Nuclear afirmó que este agrietamiento empeora irreversiblemente con el tiempo.

Protocolos de seguridad

Responsables de la planta informaron de que la central nuclear de Garoña funciona con plena responsabilidad, a pesar de las protestas de Greenpeace, y que se han activado los protocolos de seguridad dentro de la plata. El Foro de la Industria Nuclear Española quiso también mostrarse contrario a las acciones de bloqueo de la organización ecologista.

'Injustificadas e inadmisibles'. Así calificó el Foro las protestas de Greenpeace al considerar que la central de Garoña cumple con todas las garantías de seguridad y su funcionamiento es 'necesario, seguro y fiable'.

A través de un comunicado los pronucleares afirmaron que es 'inadmisible que ante la situación económica actual, el grupo ecologista exija el cierre de una instalación eléctrica donde trabajan cerca de 600 personas y que produce una tercera parte de la electricidad que se consume en Castilla y León'.

Por su parte, contradicen las denuncias que proclama la ONG ecologista y aseguran que las centrales nucleares funcionan con seguridad, suministran electricidad y frenan las emisiones contaminantes de CO2

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