Microplásticos en la comida

Hay perfiles en las redes sociales que son auténticas maravillas (por lo menos para mi). Uno de los que sigo recientemente está dedicado a enseñar todo tipo de cosas a nivel microscopio electrónico. Y es una auténtica locura las cosas que se ven a esos aumentos. 

Capilares por donde circula la savia en las hojas de una planta, los ojos de una araña o los micro plásticos que hay adheridos en lonchas de queso de barra. Y de estos últimos elementos vamos a escribir un poco más. 

Sentí curiosidad y miedo a partes iguales. Sobre todo, al descubrir que los micro plásticos están en prácticamente todos los lugares del planeta. Y estos no son los que puedes recoger y meter en una bolsa para reciclarlos. 

Son partículas de un tamaño de entre 5 milímetros hasta un tamaño prácticamente imperceptible. Generalmente son productos de la degradación de los plásticos que utilizamos en nuestro día a día. Y son muy peligrosos porque pueden causar diferentes patologías derivadas de su ingesta, como desordenes de la alimentación y la reproducción, cambios en el funcionamiento hepático, metabolismo energético. Se han encontrado en lugares tan alarmantes como los peces, los moluscos, aves, agua embotellada, comida procesada y polvo ambiental (por decir unos pocos). 

En el 2017, científicos belgas avisaron de que se podían consumir hasta 11000 partículas de plástico al año al comer mejillones, un bivalvo muy degustado en el país. ¿Asusta un poco no?. Un equipo universitario del Reino Unido, decidió comparar la amenaza de consumir mejillones contaminados con la de respirar aire de una casa típica y su conclusión fue que la gente ingerirá más plástico de las fibras invisibles que flotan en el aire de su alrededor, fibras desprendidas de su propia ropa, tapicería y alfombras…

Esas motitas que hay en el aire cuando estas en una habitación con el sol entrando por la ventana y sacudes una prenda, en gran parte son polvo, restos orgánicos humanos y micro plásticos. 

Se han encontrado también fibras en el interior de los pulmones de pacientes quirúrgicos y hasta en el torrente sanguíneo.

Desde la generalización de su uso 70 años atrás al presente de nuestros días, ha hecho que el abuso de este material inorgánico arrase con nuestros ecosistemas y con nuestra salud. Tortugas con bolsas de plástico en su interior porque pensaban que eran medusas, arrecifes y vegetación marina desapareciendo o una isla de plástico en el océano pacífico que triplica el tamaño de Francia. 

Es una misión imposible quitar esos micro plásticos de los consumos cotidianos que tenemos, pero si que debemos hacer hincapié en tener una mayor conciencia sobre su utilización y uso, porque de nosotros depende, y mucho, que esos materiales de vuelvan a utilizar por medio del reciclaje.

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