John Babcock, el último soldado canadiense superviviente de la Primera Guerra Mundial, murió hoy a la edad de 109 años, informaron las autoridades canadienses.
Babcock, nacido en la provincia de Ontario el 23 de julio de 1900, se presentó como voluntario para luchar en Europa y aunque fue destinado a Francia, nunca pudo acudir al frente porque tras alistarse se descubrió que sólo tenía 16 años cuando entró a formar parte del Ejército canadiense.
Babcock se pasó toda la guerra cavando trincheras en las que otros soldados pelearon o en otras funciones lejos del frente de batalla.
Babcock era el último superviviente de los 650.000 canadienses que sirvieron en la Primera Guerra Mundial. Unos 65.000 murieron durante el conflicto y otros 170.000 resultaron heridos.
El primer ministro canadiense, Stephen Harper, dijo a través de un comunicado que la muerte de Babcock marca el final de una era.
Como nación, honramos su servicio y lloramos su muerte, añadió Harper.
Por su parte, la Gobernadora General de Canadá y comandante en Jefe de las fuerzas armadas, Michael Jean, quien actúa como Jefa del Estado en representación de la Reina de Inglaterra, dijo que siempre dio lo mejor de si mismo, hasta la venerable edad de 109 años.
En representación de todos los canadienses quiero extender mis más profundas condolencias a su familia y a los muchos amigos que lloran su muerte, añadió Jean.
En la década de los años cuarenta, Babcock se nacionalizó estadounidense y perdió la ciudadanía canadiense. Desde entonces vivió en Estados Unidos.
En 2008, Babcock aprovechó un encuentro con el ministro canadiense de Veteranos para solicitar al Gobierno la restitución de su nacionalidad.
Según señalaron entonces medios de comunicación locales, Babcock escribió en una servilleta: Querido primer ministro, ¿me podría devolver mi ciudadanía? Apreciaría mucho su ayuda. Gracias. John Babcock.
Harper recibió la nota y la Gobernadora General devolvió al veterano su nacionalidad canadiense.
Casado en dos ocasiones, la última vez cuando contaba con más de 70 años de edad, tuvo un hijo y una hija. Babcock murió en su hogar, en la localidad estadounidense de Spokane, en el estado de Washington.
Babcock se pasó toda la guerra cavando trincheras en las que otros soldados pelearon o en otras funciones lejos del frente de batalla.
Babcock era el último superviviente de los 650.000 canadienses que sirvieron en la Primera Guerra Mundial. Unos 65.000 murieron durante el conflicto y otros 170.000 resultaron heridos.
El primer ministro canadiense, Stephen Harper, dijo a través de un comunicado que la muerte de Babcock marca el final de una era.
Como nación, honramos su servicio y lloramos su muerte, añadió Harper.
Por su parte, la Gobernadora General de Canadá y comandante en Jefe de las fuerzas armadas, Michael Jean, quien actúa como Jefa del Estado en representación de la Reina de Inglaterra, dijo que siempre dio lo mejor de si mismo, hasta la venerable edad de 109 años.
En representación de todos los canadienses quiero extender mis más profundas condolencias a su familia y a los muchos amigos que lloran su muerte, añadió Jean.
En la década de los años cuarenta, Babcock se nacionalizó estadounidense y perdió la ciudadanía canadiense. Desde entonces vivió en Estados Unidos.
En 2008, Babcock aprovechó un encuentro con el ministro canadiense de Veteranos para solicitar al Gobierno la restitución de su nacionalidad.
Según señalaron entonces medios de comunicación locales, Babcock escribió en una servilleta: Querido primer ministro, ¿me podría devolver mi ciudadanía? Apreciaría mucho su ayuda. Gracias. John Babcock.
Harper recibió la nota y la Gobernadora General devolvió al veterano su nacionalidad canadiense.
Casado en dos ocasiones, la última vez cuando contaba con más de 70 años de edad, tuvo un hijo y una hija. Babcock murió en su hogar, en la localidad estadounidense de Spokane, en el estado de Washington.
