Eduardo Mendoza no pudo contener ni 24 horas el misterio en torno a la identidad de uno de los protagonistas de 'Riña de gatos.
Madrid, 1936', la novela con la que obtuvo la última edición del Premio Planeta. En los minutos posteriores al anuncio del galardón se había limitado a hablar sólo del joven y despistado inglés, amante del arte, un personaje de ficción que acude a Madrid en los meses inmediatamente anteriores al estallido de la Guerra Civil, a tasar un cuadro de Velázquez. Momento en el cual, su vida y la de España se complican enormemente, lo que facilita que la novela disponga de 'intriga policial y política'. Pero, ¿y el otro protagonista, de corte real, histórico?
En este punto, 11 horas después de la entrega del premio, se diluyó el misterio. 'Está visto que no es posible que el lector haga una lectura inocente del libro', dijo con resignación, y como no se trata de que 'me ponga estupendo', Mendoza reveló que ese otro personaje que gana peso en la novela es José Antonio Primo de Rivera. Tan 'presente en la historia reciente de España, que nadie lo conoce', señaló el escritor. ¿Porque quién era José Antonio?, se preguntó a sí mismo. Seguramente 'un memo, tal y como coinciden los historiadores, pero un memo que ha sido la columna vertebral de España durante 40 años'.
Como en novelas anteriores de Mendoza, en la que se ha impuesto en el Planeta -y que distribuirá una primera edición de 210.000 ejemplares el 5 de noviembre- se trabaja con una fórmula inimitable, marca exclusiva de la casa, que le ha dado resultado en el pasado: ritmo trepidante, implosión de hechos, personajes intrigantes, humor estrictamente serio, y extravagancia desde el título, 'al que le hemos puesto un punto entre dos frases'.
Mendoza enfatizó que su novela, al situarse en las vísperas de la Guerra Civil, no trata la contienda directamente, aunque admite que al estar tan presente, en el aire, pasará 'a formar parte de ese paquete, del que ya estamos todos tan cansados'. Pero, ¿qué tema no está agotado? 'Códigos secretos milenarios, el regreso de los dinosaurios o el holocausto, son temas tan recurrentes como la Guerra Civil'. Aunque respecto a ésta 'arrastramos cierta obstinación', confesó. Por eso, al final de su reflexión en torno a la sobreabundancia de novelas de esta temática, acabó indicando que 'el tema de la Guerra Civil hay que colocarlo en su sitio: al trastero con él'.
TRAUMAS COMUNES
Carmen Amoragas, finalista del Planeta y que verá distribuidos de 'El tiempo mientras tanto' 90.000 ejemplares, ahondó en las pequeñas tragedias de la vida diaria para explicar su obra. 'No hace falta que caigan las Torres Gemelas, ni que se produzca un accidente de circulación, para poder hablar de tragedias'. La distancia entre una madre y una hija ?argumento que aborda su libro? una pareja con la que no se es feliz, son ese tipo de traumas comunes que 'pueden aplastar a una persona', y de ahí la importancia de escapar a la amargura y aprovechar 'las segundas oportunidades', tema que late tras su historia.
En este punto, 11 horas después de la entrega del premio, se diluyó el misterio. 'Está visto que no es posible que el lector haga una lectura inocente del libro', dijo con resignación, y como no se trata de que 'me ponga estupendo', Mendoza reveló que ese otro personaje que gana peso en la novela es José Antonio Primo de Rivera. Tan 'presente en la historia reciente de España, que nadie lo conoce', señaló el escritor. ¿Porque quién era José Antonio?, se preguntó a sí mismo. Seguramente 'un memo, tal y como coinciden los historiadores, pero un memo que ha sido la columna vertebral de España durante 40 años'.
Como en novelas anteriores de Mendoza, en la que se ha impuesto en el Planeta -y que distribuirá una primera edición de 210.000 ejemplares el 5 de noviembre- se trabaja con una fórmula inimitable, marca exclusiva de la casa, que le ha dado resultado en el pasado: ritmo trepidante, implosión de hechos, personajes intrigantes, humor estrictamente serio, y extravagancia desde el título, 'al que le hemos puesto un punto entre dos frases'.
Mendoza enfatizó que su novela, al situarse en las vísperas de la Guerra Civil, no trata la contienda directamente, aunque admite que al estar tan presente, en el aire, pasará 'a formar parte de ese paquete, del que ya estamos todos tan cansados'. Pero, ¿qué tema no está agotado? 'Códigos secretos milenarios, el regreso de los dinosaurios o el holocausto, son temas tan recurrentes como la Guerra Civil'. Aunque respecto a ésta 'arrastramos cierta obstinación', confesó. Por eso, al final de su reflexión en torno a la sobreabundancia de novelas de esta temática, acabó indicando que 'el tema de la Guerra Civil hay que colocarlo en su sitio: al trastero con él'.
TRAUMAS COMUNES
Carmen Amoragas, finalista del Planeta y que verá distribuidos de 'El tiempo mientras tanto' 90.000 ejemplares, ahondó en las pequeñas tragedias de la vida diaria para explicar su obra. 'No hace falta que caigan las Torres Gemelas, ni que se produzca un accidente de circulación, para poder hablar de tragedias'. La distancia entre una madre y una hija ?argumento que aborda su libro? una pareja con la que no se es feliz, son ese tipo de traumas comunes que 'pueden aplastar a una persona', y de ahí la importancia de escapar a la amargura y aprovechar 'las segundas oportunidades', tema que late tras su historia.
