El Parlament ratificó ayer la prohibición de las corridas de toros en Cataluña a partir de 1 de enero de 2012, al quedarse solo el PP en la defensa de una moratoria de tres años que abrió una guerra de cifras sobre las indemnizaciones a pagar por el cese de las actividad taurina.
Un año después de que el Parlament aprobase por ley prohibir las corridas de toros en Cataluña, la cámara catalana revivió el debate sobre esta cuestión por una proposición de ley del Partido Popular de Cataluña que proponía aplazar la prohibición hasta enero de 2015. El PP argumentó que en plena crisis, con 700.000 catalanes en el paro, la Generalitat 'no puede permitirse el lujo innecesario de pagar indemnizaciones por prohibir las corridas'.
