Rector mayor de los Salesianos

Pascual Chávez Villanueva,SDB: ‘La ‘guerra de los crucifijos’ es fruto de un falso respeto y de la hipocresía’

Pascual Chávez, a la ixquierda, en un momento de la entrevista. (Foto: Luis Soriano)
El P. Pascual Chávez (San Luis de Potosí, México, 1947), es el superior general (rector mayor) de los salesianos. Noveno sucesor de Don Bosco, sucedió a Juan Vecchi fallecido en 2002.
Pascual Chávez es presidente de la Unión de Superiores Mayores, participó en la Vª Conferencia General del episcopado Latinoamericano (Celam) y, según sus palabras, en su primer sexenio (2002-08) su objetivo fue ‘llevar el carisma salesiano a niveles espirituales cada vez más auténticos en la sociedad y cultura actuales’. Y en la santidad insistió en sus importantes cartas que profundizan en la vida religiosa y la Palabra de Dios, centrado fundamentalmente en la educación de la juventud.

Está en posesión de numerosas condecoraciones en todo el mundo; buen teólogo con una cultura y carácter envidiables, está convencido, y así lo dice, de la actualidad y autenticidad de la vida religiosa. Cercano y con la típica sonrisa salesiana me recibe en Turcifal (Torres Vedras, Portugal) donde imparte ejercicios espirituales a los consejos inspectoriales (provinciales) de toda la península, y de Francia y Bélgica sur, con un total de más de setenta salesianos.

Es el primer sucesor de D. Bosco sin raíces italianas.

Es cierto pero hay que tener en cuenta que mis dos antecesores han tenido mucha relación con América latina. Don Vecchi, aunque con raíces italianas, en la práctica era argentino. Y Don Viganó ha estado vinculado desde muy joven a Chile. Allí fue mano derecha del cardenal Silva Henríquez e inspector (provincial).

Eso revela que los salesianos miran hacia el nuevo mundo...

El carisma de Don Bosco tiene allí una buena implantación y es así como, desde que el primer cardenal salesiano, Don Cagliero, fue allá, han florecido jóvenes santos como los beatos Ceferino o Laura Vicuña, entre otros. La aplicación del sistema preventivo salesiano tiene éxito cuando se hace con calidad y fidelidad al fundador.

¿Congregación Salesiana o Familia Salesiana?

La Congregación es el primer gran núcleo de la Familia, que es un gran movimiento apostólico. Como los grandes fundadores, Don Bosco es fundador de una familia espiritual y apostólica que se ha ido incrementando hasta llegar en la actualidad a 27 grupos más otros 20 que están a la espera de integrarse. No son dos alternativas. La Congregación es el núcleo y la Familia es el desarrollo completo de la idea del fundador.

Del lema que propugnan, ‘buenos cristianos y honrados ciudadanos’, ¿qué es lo prioritario?

Reflexionamos en la relación inseparable entre educar y evangelizar. Mi antecesor, Don Viganó, decía que educamos evangelizando y evangelizamos educando. Necesitamos observar cómo en la misión evangelizadora hay una dinámica educativa. La educación bien entendida desarrolla la mente y el corazón, lleva a la plenitud de la vida, las aspiraciones mas profundas del ser humano. Nuestro empeño es formar al hombre de la Iglesia y al ciudadano.

Hoy en día, ¿Don Bosco se sentiría feliz viendo a sus seguidores?

Creo que sí, porque ha habido una gran fidelidad que se mani fiesta con nuestra expansión en 132 países, y en el numero de vocaciones en muchas partes del mundo, como en Asia o África, que van en aumento o en América Latina donde se mantienen. Además la santidad; así vemos, por ejemplo, los santos que tiene hoy la obra de Don Bosco y los 142 mártires beatos, de España, China y Polonia, donde incluso han sido beatificados cinco jóvenes. También de entre los primeros colaboradores de Don Bosco han salido fundadores de otras congregaciones. Se sentiría feliz y animaría a seguir trabajando por la juventud.

¿Cómo ve a la Europa actual?

Es un conglomerado de cosas buenas que la configuran, aunque hay que lamentar entre otras: los veinticinco millones de parados y la crisis. Después de las guerras y de la unión, ha adquirido otro nivel de bienestar, desarrollo científico y tecnológico con un nuevo modelo de integración. Pero, por otro lado, está prescindiendo de sus raíces cristianas. Se está perdiendo un bagaje cultural y espiritual bimi lenario, se excluye a Dios de todo, se le anula de la vida social y en las conciencias parece que Dios está de vuelta. La situación es difícil.

En ello entra la llamada ‘guerra de los crucifijos’, la sentencia reciente de Estrasburgo...

Son manifestaciones basadas en un falso respeto e hipocresía. No hay nada que decir del Islam pero sí del cristianismo y del Papa. Se trata de quitar el peso de la Iglesia.

¿Y en los colegios confesionales?

En un ambiente como el actual debería sobresalir la identidad religiosa y cristiana de los centros escolares. Un compromiso de educación de los alumnos que les haga maduros en la fe.

Las vocaciones, y los noviciados casi vacíos...

La vocación es un don de Dios. Jesús nos invita a plantear a los jóvenes la posibilidad de descubrir la vida sacerdotal y religiosa como un medio de realización personal. Si queremos tener vocaciones hay que implantar una cultura vocacional, descubriendo a la juventud el sentido de la existencia y su responsabilidad dentro de la sociedad. En otras partes del mundo, como he dicho antes, florecen vocaciones.

Algunos suelen afirmar que el empeño de Don Bosco en la frecuencia de los sacramentos es un fruto de su época...

En el pensamiento de nuestro fundador es básica la figura de Cristo y la conversión. La confesión, por ejemplo, tiene un gran valor educativo. Era para él algo que formaba parte sustancial de su sistema. La relación profunda de amistad con Jesús amigo, que santifica la vida y sabiendo que es quien puede fortalecer de verdad.

La frase es de actualidad en España: La relación entre delito y pecado.

Para un cristiano todo delito es pecado porque atenta contra los designios divinos y contra la misma persona. Para un no creyente ya es discutible; para cuantos tenemos fe la perspectiva es distinta.

Por último, el próximo año, 2010, se celebra el año del centenario de los salesianos en Ourense.

Ya lo sé y espero estar allí en la semana que termina el 16 de mayo y saludar y felicitar a una presencia salesiana que ya tiene incluso mártires, como el primer director de la casa, Salvador Fernández. Con gusto participaré en los actos del Centenario.


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