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Perseidas: lloverá en agosto, pero será en forma de estrellas

Una estrella fugaz cruza el cielo durante el mes de agosto de 2013.
photo_camera Una estrella fugaz cruza el cielo durante el mes de agosto de 2013.

La noche del miércoles será el momento para observar hasta 160 Lágrimas de San Lorenzo por hora

nnn Las lluvias de meteoros son conocidas popularmente como estrellas fugaces y a lo largo del año hay varias, aunque la más popular es la de las perseidas (popularmente, Lágrimas de San Lorenzo), por suceder en pleno agosto y por producir un gran número de meteoros brillantes. Este agosto es un buen mes para observarlas, sobre todo la noche del 12 al 13. 

Esto favorecerá que aficionados y astrónomos puedan llegar a ver hasta 160 meteoros en una hora, eso sí, con cielo oscuro, sin contaminación lumínica y mejor con pocos obstáculos a la vista. "Las condiciones astronómicas este año serán especialmente buenas para su observación", confirma Francisco Colomer, astrónomo del Observatorio Astronómico Nacional (OAN).

Las lluvias de estrellas se producen cuando la traza de partículas de polvo y rocas que dejan los cometas en su órbita entran en la atmósfera de la Tierra y se volatilizan produciendo un efecto luminoso: los meteoros. En una noche cualquiera se pueden ver varias estrellas fugaces, una, dos o tres a la hora, pero, cuando se habla de lluvia de estrellas, es cuando se pasa de un ritmo de estrella fugaz por hora a uno, al menos, de estrella fugaz por minuto.

cruce de órbitas

Estos fenómenos se pueden prever con antelación, ya que todos los años la Tierra en su camino alrededor del Sol atraviesa la trayectoria de varios cometas, en este caso el "Swift-Tuttle". Cada año por estas fechas nuestro planeta cruza la órbita de este cometa, que pasó cerca del Sol por última vez en 1992.

"El cometa 'Swift-Tuttle' completa una órbita alrededor del Sol cada 133 años aproximadamente, y cada vez que se aproxima a nuestra estrella éste se calienta y emite chorros de gas y pequeñas partículas sólidas que forman la cola del cometa", señala José Luis Ortiz, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), que estudiará el fenómeno este año.

Cuando una de estas partículas, que formaron en su día la cola del cometa, entra en la atmósfera terrestre, la fricción la calienta de tal manera que se vaporiza a gran altura (unos 100 kilómetros).

Según explica el Institituto de Astrofísica de Andalucía, la mayoría son tan pequeños como un grano de arena o un poco más y, cuando se cruzan con nuestro planeta, impactan contra la atmósfera a una velocidad de más de 210.000 kilómetros por hora, equivalente a recorrer nuestro país de norte a sur en menos de veinte segundos.

El choque produce un aumento de temperatura de estos fragmentos de hasta 5.000 grados en una fracción de segundo, que se desintegran emitiendo un destello de luz que recibe el nombre de meteoro o, como las conocemos popularmente, estrella fugaz. n

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