La Consellería de Sanidade aseguró que el pico de la actual epidemia de gripe, la de mayor incidencia en Galicia desde la de 2001, ya terminó por lo que, en principio se considera controlada y se espera que los casos vayan descendiendo progresivamente.
Según informó el jefe del Servicio de Prevención y Control de Enfermedades Transmisibles de la Consellería de Sanidade, José Antonio Taboada, en Galicia ya se ha llegado al pico más alto de casos de gripe y, aunque continuará habiendo un nivel bastante alto, afirmó que ya estamos en el descenso, si bien reconoció que en la gripe inciden multitud de factores que podrían provocar un nuevo repunte.
No obstante y a la espera de datos oficiales, Taboada señaló que, basándose en el sistema de vigilancia de alerta rápida, por las notificaciones al 061, la incidencia es muy similar a la de 2001, y que ambas se han convertido hasta el momento en las de mayor incidencia de este siglo.
Aún así señaló que las cifras de balance no serán exageradamente altas y que previsiblemente se enmarcarán en una intensidad baja o media, teniendo en cuenta que la incidencia baja supone menos de 3.000 casos por cada 100.000 habitantes, y la media entre 3.000 y 7.000 casos.
Por otro lado recordó que las bajas temperaturas y el mal tiempo influyen muy poco en la incidencia de la gripe aunque sí la favorecen. Por ejemplo la lluvia provoca una mayor densidad del aire y facilita que el virus se transmita por vía respiratoria; o el frío erosiona la mucosa respiratoria y favorece que el virus anide.
Además, explicó que la propagación se ve favorecida porque con las bajas temperaturas la población se concentra en lugares cerrados como centros comerciales o establecimientos.
No obstante y a la espera de datos oficiales, Taboada señaló que, basándose en el sistema de vigilancia de alerta rápida, por las notificaciones al 061, la incidencia es muy similar a la de 2001, y que ambas se han convertido hasta el momento en las de mayor incidencia de este siglo.
Aún así señaló que las cifras de balance no serán exageradamente altas y que previsiblemente se enmarcarán en una intensidad baja o media, teniendo en cuenta que la incidencia baja supone menos de 3.000 casos por cada 100.000 habitantes, y la media entre 3.000 y 7.000 casos.
Por otro lado recordó que las bajas temperaturas y el mal tiempo influyen muy poco en la incidencia de la gripe aunque sí la favorecen. Por ejemplo la lluvia provoca una mayor densidad del aire y facilita que el virus se transmita por vía respiratoria; o el frío erosiona la mucosa respiratoria y favorece que el virus anide.
Además, explicó que la propagación se ve favorecida porque con las bajas temperaturas la población se concentra en lugares cerrados como centros comerciales o establecimientos.
