El sol también crea adicción

. (Foto: Archivo )
La obsesión por estar moreno es, en algunos casos, una adicción que los expertos reclaman que se trate psicológicamente. La tanorexia conduce a estar muchas horas expuesto al sol, sobre todo en las horas centrales del día, y sin protección. Las consecuencias para la piel pueden ser irremediables. Archivo Varias personas toman el sol en una playa de Alicante.
La continua exposición al sol, no sólo conlleva riesgos cutáneos ‘de los que no son conscientes numerosas personas’, sino que también puede convertirse en una adicción que debe ser tratada psicológicamente, según afirman psicólogos y dermatólogos. El director del Centro Dermatológico de Alicante, Manuel Asín, mostró ayer su preocupación al comprobar, a través de las consultas que atiende, que numerosos pacientes que toman el sol a diario no están concienciados de los riesgos solares.

‘Sorprendentemente, tienen más miedo a las arrugas y a las manchas cutáneas que al cáncer de piel’, manifestó este especialista. Por ello, considera que aquellos que diariamente ‘se tumban al sol deberían ser más sensatos’. ‘El sol es como el agua. Esta última es buena pero, cuidado, porque te puedes ahogar’, comentó Asín, quien añadió que ‘el sol es bueno siempre que se tome con precauciones’.

A través de sus consultas, este facultativo también ha constado que diversas afecciones de la piel tiene su origen en una mala aplicación de los protectores solares, bien porque no se aplican con suficiente cantidad o no se vuelven a utilizar al salir del agua, algo fundamental para una buena protección. Los dermatólogos alertan de que ‘la búsqueda del moreno’ puede reflejar un tipo de adicción, conocida como tanorexia. ‘Es un término reciente que aún no está muy extendido’, agregó el dermatólogo alicantino, partidario de que estas patologías sean tratadas psicológicamente.

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