Todos los cigarrillos vendidos en la Unión Europea a partir de este jueves, 17 de noviembre, deberán apagarse solos si no se están fumando con el objetivo de reducir el riesgo de incendios. Bruselas considera que esta nueva norma de seguridad podría rebajar en un 43% el número de víctimas de incendios iniciados por cigarrillos, tal y como ocurrió en Finlandia donde ya se aplica.
'Los cigarrillos seguros no existen y, evidentemente, lo más seguro es no fumar. Pero, si alguien decide fumar, las nuevas normas que van a entrar en vigor obligarán a las empresas tabacaleras a fabricar únicamente cigarrillos con tendencia reducida a la ignición, lo que puede proteger a cientos de ciudadanos del peligro de incendio', dijo ayer el comisario de Salud y Protección de los Consumidores, John Dalli.
SALVAR 500 VIDAS AL AÑO
En la Unión Europea, los fuegos relacionados con los cigarrillos causan más de 30.000 incendios al año, que provocan más de 1.000 muertos y más de 4.000 heridos. La experiencia de Finlandia, donde ya se aplican las nuevas normas de seguridad, el número de incendios causados por cigarrillos bajó en un 43 % anual, por lo que la Comisión Europea espera salvar unas 500 vidas en el conjunto de los Veintisiete países miembros cada año. También Estados Unidos, Canadá o Australia aplican normas similares para reducir el riesgo de incendios como consecuencia de cigarrilos mal apagados.
El cambio exigido en las nuevas normas consiste en reducir la tendencia a la ignición, que es la capacidad de un cigarrillo para iniciar un fuego cuando se queda sin vigilancia. Los fabricantes de papel de fumar modificaron la fabricación para insertar dos anillos de papel más grueso en dos puntos a lo largo del cigarrillo. En el caso de que se deje el cigarrillo sin vigilancia, el tabaco, al arder, llegará a uno de estos anillos de papel con más grosor y se autoextinguirá porque el anillo restringe el suministro de aire/oxígeno. Estos cigarrillos reducen considerablemente el tiempo de combustión y, por lo tanto, también la posibilidad de que el fuego se pueda extender al mobiliario, los textiles o cualquier otro material.
Las autoridades nacionales deberán encargarse de verificar de que las empresas apliquen correctamente esta nueva medida de seguridad contra incendios.
SALVAR 500 VIDAS AL AÑO
En la Unión Europea, los fuegos relacionados con los cigarrillos causan más de 30.000 incendios al año, que provocan más de 1.000 muertos y más de 4.000 heridos. La experiencia de Finlandia, donde ya se aplican las nuevas normas de seguridad, el número de incendios causados por cigarrillos bajó en un 43 % anual, por lo que la Comisión Europea espera salvar unas 500 vidas en el conjunto de los Veintisiete países miembros cada año. También Estados Unidos, Canadá o Australia aplican normas similares para reducir el riesgo de incendios como consecuencia de cigarrilos mal apagados.
El cambio exigido en las nuevas normas consiste en reducir la tendencia a la ignición, que es la capacidad de un cigarrillo para iniciar un fuego cuando se queda sin vigilancia. Los fabricantes de papel de fumar modificaron la fabricación para insertar dos anillos de papel más grueso en dos puntos a lo largo del cigarrillo. En el caso de que se deje el cigarrillo sin vigilancia, el tabaco, al arder, llegará a uno de estos anillos de papel con más grosor y se autoextinguirá porque el anillo restringe el suministro de aire/oxígeno. Estos cigarrillos reducen considerablemente el tiempo de combustión y, por lo tanto, también la posibilidad de que el fuego se pueda extender al mobiliario, los textiles o cualquier otro material.
Las autoridades nacionales deberán encargarse de verificar de que las empresas apliquen correctamente esta nueva medida de seguridad contra incendios.
