La Torre inclinada de Pisa, un símbolo de Italia y referente turístico mundial, está a salvo del peligro de venirse abajo al menos durante los próximos 300 años. Tras años de estar cerrada al público ante el temor de que el proceso de inclinación provocara su derrumbe, los arquitectos e ingenieros que han tratado este problema, han declarado que el monumento es ya seguro.
'Nuestras mejores expectativas han quedado confirmadas', declaró Michele Jamiolkowski, profesor emérito de Ingeniería Geotécnica en la Politécnica de Turín, que ha dirigido el proyecto para salvaguardar la torre. 'Podemos decir que la torre puede ya seguir en pie sin problemas por al menos 300 años', añadió.
Si está en lo cierto, el denominado Comité para la Salvaguarada de la Torre de Pisa habrá tenido éxito donde muchos otros habían fracasado. Su arquitectura medieval había llegado a su tercera planta cuando la estructura, construida sobre suelo inestable, comenzó a inclinarse ya en 1178. Mussolini ordenó devolverla a su posición vertical en los años 30, a base de hormigón en sus cimientos, pero el resultado fue que la torre se hundió más.
Hacia los años 90 se había desviado ya más de cuatro metros de su posición vertical, y los expertos vaticinaron que la estructura, de 14.500 toneladas, se vendría abajo en algún momento entre los años 2030 y 2040. La torre se reabrió a los turistas en 2001, tras una operación de 30 millones de euros en la que se utilizaron cables y contrapesos asi como cemento inyectado en el subsuelo para compensar la presión.
NO SE PRETENDE ENDEREZAR LA TORRE
Asi, en la actualidad se ha conseguido devolver la torre a la inclinación que tenía a principios del siglo XIX. Además, se está procediendo a la limpieza de su fachada. El profesor Jamiolkowski declaró que nunca hubo la intención de enderezar la torre, de 56 metros, sino solo de evitar que siguiera hundiéndose. Las autoridades de Pisa están pensando ya en reabrir al público la parte 'secreta' de la torre, cerrada en los años 30, permitiendo a los visitantes contemplar las vistas a través de las ocho plantas. Esta posibilidad había sido obstruida por los instrumentos colocados para seguir la estabilidad de la estructura, y que ahora serán retirados.
Además, ya se piensa en organizar una ceremonia para finales de verano una vez que termine la restauración al completo, según anunció Giusseppe Bentivoglio, director técnico del proyecto, en declaraciones a The Times recogidas por otr/press.
La torre inclinada de Pisa, símbolo de la catedral de la ciudad italiana, fue construida en tres fases, la primera de ellas en 1173, en pleno esplendor militar y económico de la ciudad, y fue terminada dos siglos después. La séptima planta fue terminada en 1319 y el campanario en 1372. Se cuenta que Galileo Galilei arrojó bolas de cañón desde su altura en un experimento sobre la gravedad.
Si está en lo cierto, el denominado Comité para la Salvaguarada de la Torre de Pisa habrá tenido éxito donde muchos otros habían fracasado. Su arquitectura medieval había llegado a su tercera planta cuando la estructura, construida sobre suelo inestable, comenzó a inclinarse ya en 1178. Mussolini ordenó devolverla a su posición vertical en los años 30, a base de hormigón en sus cimientos, pero el resultado fue que la torre se hundió más.
Hacia los años 90 se había desviado ya más de cuatro metros de su posición vertical, y los expertos vaticinaron que la estructura, de 14.500 toneladas, se vendría abajo en algún momento entre los años 2030 y 2040. La torre se reabrió a los turistas en 2001, tras una operación de 30 millones de euros en la que se utilizaron cables y contrapesos asi como cemento inyectado en el subsuelo para compensar la presión.
NO SE PRETENDE ENDEREZAR LA TORRE
Asi, en la actualidad se ha conseguido devolver la torre a la inclinación que tenía a principios del siglo XIX. Además, se está procediendo a la limpieza de su fachada. El profesor Jamiolkowski declaró que nunca hubo la intención de enderezar la torre, de 56 metros, sino solo de evitar que siguiera hundiéndose. Las autoridades de Pisa están pensando ya en reabrir al público la parte 'secreta' de la torre, cerrada en los años 30, permitiendo a los visitantes contemplar las vistas a través de las ocho plantas. Esta posibilidad había sido obstruida por los instrumentos colocados para seguir la estabilidad de la estructura, y que ahora serán retirados.
Además, ya se piensa en organizar una ceremonia para finales de verano una vez que termine la restauración al completo, según anunció Giusseppe Bentivoglio, director técnico del proyecto, en declaraciones a The Times recogidas por otr/press.
La torre inclinada de Pisa, símbolo de la catedral de la ciudad italiana, fue construida en tres fases, la primera de ellas en 1173, en pleno esplendor militar y económico de la ciudad, y fue terminada dos siglos después. La séptima planta fue terminada en 1319 y el campanario en 1372. Se cuenta que Galileo Galilei arrojó bolas de cañón desde su altura en un experimento sobre la gravedad.
