El escritor hispano-peruano leyó en Estocolmo su discurso de recepción del Nobel de Literatura

Vargas Llosa: 'El nacionalismo causó las peores carnicerías'

Mario Vargas Llosa durante la lectura de su discurso ante la Academia Sueca. (Foto: Henrik Montgomety)
El escritor Mario Vargas Llosa leyó ayer en la Academia Sueca el discurso de recepción del Premio Nobel de Literatura. En su intervención, el escritor hispano-peruano criticó al nacionalismo, 'que ha sido la causa de las peores carnicerías de la historia'. En esta misma línea, Vargas Llosa subrayó que las patrias 'no son las banderas ni los himnos, sino un puñado de personas y lugares que pueblan nuestros recuerdos'. 'Ojalá que los nacionalismos, plaga incurable del mundo moderno y también en España, no estropeen esta historia feliz'.
Asimismo, reconoció que 'detesta' toda forma de 'nacionalismo, ideología -o, más bien, religión- provinciana, de corto vuelo, excluyente, que recorta el horizonte intelectual y disimula en su seno prejuicios étnicos y racistas, pues convierte en valor supremo, en privilegio moral y ontológico, la circunstancia fortuita del lugar de nacimiento'.

En un discurso, titulado 'Elogio de la lectura y la ficción', el Nobel de Literatura subrayó el papel de la lectura y los libros en su vida. 'Es la cosa más importante que me ha pasado en la vida', confesó el escritor. Asimismo, Vargas Llosa rindió homenaje a sus grandes maestros de las Letras, entre quienes citó a Flaubert, Faulkner, Cervantes, Dickens, Tolstoi o Thomas Mann.

Siguiendo en el ámbito político, Vargas Llosa denunció el poder de las dictaduras y aseguró que deben ser combatidas 'sin contemplaciones, por todos los medios a nuestro alcance, incluidas las sanciones económicas'. En esta misma línea, lamentó el papel de los gobiernos democráticos que se muestran 'complacientes' con los verdugos en las dictaduras, en vez solidarizarse con quienes se enfrentan a ellas como las Damas de Blanco en Cuba, los resistentes venezolanos, o Aung San Suu Kyi y Liu Xiaobo.


DEMOCRACIAS PAYASAS

Asimismo, declaró que padecemos 'menos dictaduras que antaño, sólo Cuba y su candidata a secundarla, Venezuela, y algunas seudo democracias populistas y payasas, como las de Bolivia y Nicaragua'. El Nobel de Literatura también tuvo palabras de elogio para España y destacó que sin España 'jamás hubiera llegado a esta tribuna'. 'Quiero a España tanto como al Perú y mi deuda con ella es tan grande como el agradecimiento que le tengo'. Asimismo, subrayó su amor por Patricia, y con voz emocionada recordó cómo ella todavía soporta sus 'manías, neurosis y rabietas' 'que me ayudan a escribir'.

Igualmente, destacó su pasión por los libros, que fueron siempre 'su salvación y su refugio' y donde vivir era 'exaltante, intenso, una aventura tras otra, donde podía sentirme libre y volvía a ser feliz'. En esta misma línea, confesó que siempre que se sintió 'abatido o golpeado, a orillas de la desesperación', entregarse en cuerpo y alma a mi trabajo de fabulador 'ha sido la luz que señala la salida del túnel, la tabla de salvación que lleva al náufrago a la playa'.

'Nada me ha hecho gozar en la vida tanto como pasarme los meses y los años construyendo una historia, desde su incierto despuntar, esa imagen que la memoria almacenó de alguna experiencia vivida, un fantaseo que germinó luego en un proyecto', concluyó el Premio Nobel.

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