INTERNET

El internet que no vemos: un paraíso cibercriminal

La Red "profunda" es, según la Interpol, una potencial "amenaza" para la seguridad. Detrás del anonimato se ocultan desde el comercio ilegal hasta la organización de secuestros.

La internet "profunda", ese espacio virtual que escapa a los motores convencionales de búsquedas en la red, y que sirve de escondrijo a los cibercriminales, a modo de paraíso, por el anonimato que alienta, está creciendo de forma inmensa, ha advertido hoy Silvino Schlickmann, director adjunto de Interpol.

El responsable de ciberinnovación de Interpol ha hecho estas declaraciones durante la novena edición del Encuentro Internacional de Seguridad de la Información (9Enise), organizado por el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), en León, que concluye hoy.

Esta internet "profunda" está creciendo de forma "enorme", y se está convirtiendo en auténtico "paraíso para los cibercriminales", ha dicho.

La actividad cada vez más intensa en ese entorno virtual oscuro, favorable al anonimato, ayuda a "los malos" a vender más fácilmente sus productos y servicios sin ser localizados.

Los servicios que se ofertan en la "internet profunda" o "Deep Web" van desde acciones como la explotación infantil, hasta la venta de herramientas para delinquir fácilmente e incluso para facilitar la práctica de secuestros, ha advertido el experto.

El responsable de Interpol ha subrayado que el ciberdelito es actualmente "la mayor amenaza" para la seguridad, con un aumento de cibercriminales que se unen desde distintas partes geográficas gracias a la tecnología para cometer fechorías a mayor escala.

El criminal tradicional sin conocimientos técnicos lo tiene fácil para dar el salto delictivo al mundo virtual; así un narcotraficante convencional sólo requiere contratar los servicios de algún experto informático para materializar sus proyectos digitales, y se ofrecen muchos en esa "internet profunda", ha dicho.

Otra de las grandes amenazas del mundo virtual, según el responsable de Interpol, gira en torno a las monedas virtuales, como el bitcoin, una divisa, por supuesto legal, pero a la que sin embargo recurren a menudo los cibercriminales para evitar huellas en internet en sus transacciones económicas por el pago de sus servicios.

"Se trata de un sistema de pago muy útil para los cibercriminales y Europol trabaja en el desarrollo de herramientas de seguimiento de estas transacciones virtuales", ha advertido.

Se ha referido asimismo a una práctica cibercriminal cada vez más frecuente, el ransomware, un tipo de programas informáticos maliciosos que restringen el acceso a los ordenadores y cuyos autores sólo desbloquean previo pago de una recompensa económica por parte de las víctimas; se trata de un ámbito en donde se esta recurriendo con frecuencia a los bitcoins, ha añadido.

Por parte de Europol, el comandante José Durán, representante en el J-CAT, el grupo de Acción contra el Cibercrimen del organismo europeo, ha destacado en las jornadas Enise que la profesionalización es cada vez mayor entre los cibercriminales.

Estos se organizan en grupos cuyos miembros trabajan conjuntamente en el cibercrimen desde cualquier parte del mundo, ha explicado. Dado que internet carece de fronteras físicas, eso alienta la interconexión de los cibercriminales a nivel global, con amenazas cada vez más complejas y sofisticadas.

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