SIDRA RIBELA

Una sidra ecológica y gallega al 100%

En menos de dos años Ribela ha conseguido estar presente en 30 de los 50 Estados Unidos y ganar el respeto de la crítica especializada en España.

La Edad de Hierro fue el comienzo de la producción de sidra en Galicia, lo que sitúa esta elaboración varios siglos antes que el vino. Pero desde la Edad Media el vino fue ganando terreno mientras la sidra se circunscribía a una producción de autosuficiencia. Con el siglo actual surgen iniciativas para situar la sidra gallega en el mercado de los productos de calidad. Una de las más interesantes es Ribela. Su propietario, Jesús Armenteros es un pequeño productor artesano que tiene su plantación de manzanos en la parroquia de A Estrada que da nombre a su sidra. Tras años experimentando, a la busca de las mejores variedades para hacer una elaboración con carácter propio, constituye una compañía en 2011 y lanza su primera cosecha al mercado. La respuesta fue sorprendente. La crítica especializada la valoró por su calidad y su personal identidad y el público la ha acogido.

El mercado se fue extendiendo y en la actualidad ya es una sidra reconocida en Estados Unidos, donde se encuentra presente en 30 de los 50 estados de la Unión. "A veces es más fácil vender en Massachusetts que en la aldea de al lado", comenta Armenteros, quien ha disfrutado de un amplio éxito en todas las ferias a las que ha acudido al otro lado del Atlántico. "Galicia tiene un gran futuro en la elaboración de sidra y una gran ventaja: tiene cantidad, calidad y variedad de manzanas para destacar en este campo", subraya Jesús Armenteros.


Ribela es una sidra que se elabora a partir de la fermentación por separado de los zumos de las dos variedades que entran en su composición: Raiada y Rabiosa de Callobre, una casta muy propia de la comarca de Tabeirós, la zona de A Estrada. Con su punto justo de acidez, de dulce, de amargor  y de carbónico, estamos ante una magnífica sidra natural, ecológica y gallega.

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