Los fachós purifican Caldelas

Alrededor de 500 hatillos pequeños de paja recorrieron en procesión las calles de la villa siguiento al fachón gigante con el San Sebastián de paja hasta el castillo para terminar ardiendo en el atrio del santuario de Os Remedios 

La noche en la que se honra a San Sebastián es la más esperada por los vecinos de Castro Caldelas, y así lo demostraron en la procesión por las calles de la localidad, donde cerca de medio millar de fachós ardieron este viernes.

Con la caída del sol, entre lusco e fusco, portado por un gran número de vecinos que no quieren perderse esta tradición, el gran fachón, de cerca de 40 metros, bajaba de la nave del toural hasta el Santuario de los Remedios y allí, ante un numeroso público espectante, la alcaldesa Sara Inés Vega, le prendía fuego al fachón gigante, con la figura de paja de San Sebastián luciendo sentada en medio, y tras él seguían la procesión los cientos de pequeños atadillos de paja ardiendo, mientras se coreaban gritos de “Viva el San Sebastián!”.

Tras recorrer las calles caldelás con el fuego, acompañados por la música de los gaiteros de la villa, Os Airiños de Caldelas, desde el Castillo retornaban nuevamente al atrio del santuario, donde finalizaría ardiendo mientras los cientos de visitantes se ponían en la fila, esperando el turno para coger su chorizo y comerlo alrededor de la hoguera gigante donde ardían los restos del fachón.

En el apartado gastronómico, horas antes de la procesión comenzaban las filas de gente delante del ayuntamiento comprando el tíquet para el bocadillo de chorizo y la taza de barro para el vino, por tres y dos euros respectivamente. Vino de Ribeira Sacra y alrededor de 4.000 chorizos se degustaron en el festejo, aprovechando el calor de la hoguera en esta fiesta al aire libre.

La música de la charanga Tatto y TDB, junto a los Airiños de Caldelas, prolongaron la fiesta hasta altas horas de la mañana.

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