Manzaneda: Templos en tiempos de los maquis

photo_camera El territorio de Manzaneda esconde infinidad de lugares por visitar e historias por descubrir, en donde la orografía del lugar ofrece a quienes se acercan a conocerla unos grandiosos paisajes, además de poder gozar de productos kilómetro cero
El concello de Manzaneda esconde infinidad de lugares por visitar e historias por descubrir, en donde la orografía del lugar ofrece a quienes se acercan a conocerla unos grandiosos paisajes, además de poder gozar de productos kilómetro cero

El concello de Manzaneda no deja de sorprender al visitante en cada una de sus esquinas, en donde, además de gozar de enclaves naturales únicos, el patrimonio cultural está muy presente, combinando el aprovechamiento del campo con la belleza de la propia naturaleza. Además, la etnografía del lugar ofrece un enfoque que permite conocer más de cerca a sus gentes. En el municipio, la época de los maquis fue de especial importancia, y sus historias todavía persisten en la memoria de muchos vecinos. Este territorio de alta montaña es un auténtico cofre por abrir, resguardado en una comarca en la que la gastronomía y sus vinos forman otro de los puntos fuertes. 

Iglesia de Cesuris: Tan solo a siete kilómetros de la capitalidad del municipio, encontramos un interesante conjunto, que en su día estaba compuesto por casa rectoral, palomar e iglesia, y en el que hoy destaca su templo, presentando un alto en medio del camino entre Manzaneda y Las Ermitas, aislado de cualquier núcleo urbano. La iglesia, de planta en cruz con brazos desiguales, muestra una portada románica, aunque en su mayoría predomina el estilo barroco. La cabecera de la iglesia es del siglo XVI, al igual que la capilla ojival añadida a dicha cabecera. Del siglo XVIII son la nave con bóveda de cañón y el brazo del crucero, al lado de la epístola. Una elegante iglesia cuyo interior no deja de sorprender, con sus techos abovedados y una gran cúpula central, así como unos decorados confesionarios. Las paredes de la sacristía atesoran dos joyas más del templo: una inscripción y un escudo. Pero en la comarca, al hablar de Cesuris, aún pervive en la memoria de muchos cuando, a principios de los 40, se producía, con gran virulencia, el asesinato del cura del lugar al que los guerrilleros cortaron la cabeza, haciéndola rodar por varias casas de los pueblos vecinos.

Gargantas del Bibei: Desde la finca de A Mata se puede divisar este enclave único en Galicia, con su cañón a lo largo del Río Bibei y el espectáculo geográfico de la carretera bordeando las montañas. La vegetación existente en el lugar cabalga en muchos casos entre el mediterráneo húmedo y continental, con vegetación diversa de jaras, encinas, olivos y robles y, en la zona más sombreada, con castaños, avellanos y una vegetación típica de ribera, con una importante cantidad de terreno dedicada al cultivo del viñedo.  Tiempo atrás hubo producción de aceituna en estos terrenos.

Museo del Vino en la Finca da Mata: Más de 150 años de historia están en este punto del concello de Manzaneda. A Mata cuenta tras de sí con una historia de maquis, en donde hace más de 70 años esta casa de labranza fue pasto de las llamas una Nochebuena. Tras varias odiseas y muchas décadas después, esta pasó a manos de la familia de Fernando Álvarez, quien quiso continuar en estos terrenos siendo un ejemplo de diversificación sostenible. Alrededor de 2007 abría su bodega y en 2010, junto a su esposa, apostaba por un pequeño museo del vino, acercando al rural a todo el que lo visita. Una sala permite conocer la evolución en los trabajos de campo, sobre todo relacionados con el viñedo y sus aperos. Permite, igualmente, al visitante compararlo con el funcionamiento de su actual bodega, llena de modernidad.

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