Los aficionados a deportes fluviales como el piragüismo muestran su preocupación ante los bruscos cambios de caudal, denominados tasas de cambio, en el Sil.
Entre las oscilaciones registradas por los equipos de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil sobresale la correspondiente al 30 de septiembre. En esa fecha, el río pasó de tener menos de 10 metros cúbicos por segundo a superar ampliamente los 80 metros cúbicos por segundo. Los daños que estas variaciones causan en el ecosistema del río preocupan a diferentes colectivos de O Barco.