Los barquenses se enfrentaron a la ciclogénesis Gong para degustar el botelo, el exquisito embutido fruto de la matanza que ayer celebró su festividad por todo lo alto reuniendo a cerca de 900 comensales en el pabellón.
Tradición, gastronomía y buen ambiente fueron tres de los requisitos que ayer confluyeron en O Barco con motivo de la 'XIII Festa do Botelo', el exquisito y singular embutido producto de la matanza. Familias enteras y grupos de amigos colgaron el cartel de completo en el pabellón de Calabagueiros para saborear un menú a base de botelos, chorizos, repollo y patatas, además de postre, pan y vino. 'La jornada ha resultado muy bien, visto como se ha presentado el día', comentaba el concejal de Cultura, Eduardo Ojea, que cifró en cerca de 900 los comensales que degustaron más de 450 kilos de botelos y 70 de chorizos.
Para hacer la digestión de tan copiosa comida, fueron muchos los barquenses que aprovecharon la tarde para pasear por el Malecón y contemplar el río, con un caudal y fuerza mayor de lo habitual.
Recuerdos y homenajes
Los actos comenzaron por la mañana, concretamente a mediodía en el salón de actos del Instituto Martaguisela con el pregón de Carlos Calvo Gómez. A través de sus palabras, este médico barquense auspició un viaje al pasado citando lugares, gentes y acontecimientos que han labrado la historia más reciente barquense y también la personal, al revivir las reuniones familiares entorno al botelo.
Emocionante fue también recordar, gracias al montaje audiovisual, la historia y presidentes de la Bodega Cooperativa Xesús Nazareno, que recibió la mención de honor al conmemorarse el 50 aniversario de la elaboración del primer embotellado y el 55 de su constitución como entidad. Un reconocimiento a través del cual el Ayuntamiento quiso destacar el importante papel 'social e económico xogado por esta cooperativa vitivinícola tanto no pasado como no presente', enfatizaban.
La nota musical a la jornada la pusieron las agrupaciones del Conservatorio de O Barco.
Para hacer la digestión de tan copiosa comida, fueron muchos los barquenses que aprovecharon la tarde para pasear por el Malecón y contemplar el río, con un caudal y fuerza mayor de lo habitual.
Recuerdos y homenajes
Los actos comenzaron por la mañana, concretamente a mediodía en el salón de actos del Instituto Martaguisela con el pregón de Carlos Calvo Gómez. A través de sus palabras, este médico barquense auspició un viaje al pasado citando lugares, gentes y acontecimientos que han labrado la historia más reciente barquense y también la personal, al revivir las reuniones familiares entorno al botelo.
Emocionante fue también recordar, gracias al montaje audiovisual, la historia y presidentes de la Bodega Cooperativa Xesús Nazareno, que recibió la mención de honor al conmemorarse el 50 aniversario de la elaboración del primer embotellado y el 55 de su constitución como entidad. Un reconocimiento a través del cual el Ayuntamiento quiso destacar el importante papel 'social e económico xogado por esta cooperativa vitivinícola tanto no pasado como no presente', enfatizaban.
La nota musical a la jornada la pusieron las agrupaciones del Conservatorio de O Barco.
