En el atentado, cometido en la ciudad leonesa, resultó gravemente herida su hija, sufriendo también lesiones varias personas que se encontraban en la Calle de Ramón y Cajal.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional solicitó 122 años de prisión para el etarra Sergio Polo Escobes, natural de Santa Cruz (O Bolo). Lo acusa del asesinato con una bomba-lapa del comandante del Ejército de Tierra Luciano Cortizo, cometido en León, donde residía, el 22 de diciembre de 1995.
En el atentado, cometido en la ciudad leonesa, resultó gravemente herida su hija, sufriendo también lesiones varias personas que se encontraban en la Calle de Ramón y Cajal.
El fiscal solicita 30 años por un delito de asesinato y 20 por cada uno de los cuatro asesinatos frustrados. Además, pide otros 12 por tenencia de explosivos, así como indemnizaciones de 180.000 y 385.000 euros para viuda e hija, respectivamente. Según la investigación, el presunto asesino seguiría órdenes de María Soledad Iparraguirre "Anboto", actualmente, en una prisión de Francia.
