Una forense costarricense, Roxana Ferllini, intentará determinar la identidad de los restos de seis personas, de los que cinco podrían corresponder a valdeorreses, exhumados de una fosa común en Cereixido (Lugo). Lo anunció el vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Santiago Macías, quien confía en tener los resultados para el mes de diciembre. También anunció que un equipo de este colectivo regresará a la localidad lucense para realizar una segunda excavación.
Hace un par de semanas, el vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), Santiago Macías, y un equipo de voluntarios viajó hasta Cereixido (Lugo) para recuperar de una fosa común los restos de seis personas, entre los que deberían estar los de cinco valdeorreses: Ovidio Rodríguez, Aureliano Rodríguez, José Díaz López, Manuel Pérez Losada y Constantino Romero, originarios de A Rúa y Vilamartín.
Su identificación la realizará una forense costarricense, Roxana Ferllini, una voluntaria que colabora con el colectivo berciano. Para cotejar el ADN de los restos se desplaza periódicamente a Ponferrada y su próxima visita será a mediados de diciembre, momento en que tratará de confirmar la identidad de los fallecidos en Cereixido.
Estas declaraciones las realizó Santiago Macías después de mostrar su confianza en que el auto del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, por el cual ordena la apertura de 19 fosas comunes, se amplíe a la larga lista de espera que maneja el colectivo. La constituyen más de un centenar de lugares y entre ellos está un segundo enterramiento en Cereixido (Lugo), donde prevén encontrar más restos de valdeorreses. Ésta es la única presencia ourensana en la relación que maneja el colectivo.
Esperamos que el auto sea sólo el principio, dijo Santiago Macías, quien explicó que las 19 fosas comunes citadas en el auto habían sido propuestas al juez como ejemplo. Garzón las tomó como órdenes, pero pienso que vendrán más, añadió. También apuntó que nosotros ponemos los datos que tenemos a disposición de la Justicia.
El directivo de la asociación afirma que estamos contentos por el auto del juez. Al final se nos hizo caso. Santiago Macías añade que Garzón llama a las cosas por su nombre: genocidio, pues se trató de un exterminio político. Sin embargo, la satisfacción de este berciano no es total. También sentimos tristeza por los miles de fallecidos desde que murió el dictador hasta ahora y que fallecieron sin ver hecha justicia, apuntó.
Preocupación por el mal estado de los restos
A la exhumación de los restos de la fosa común de Cereixido acudieron dos vecinas de A Rúa: Isabel Rodríguez Daga -que tenía enterrados a un tío y a un primo- y Ermitas Díaz Sánchez -bajo tierra estaba su padre-. Fueron asesinados en 1936, en los primeros días del alzamiento militar, cuando un grupo de falangistas prendió fuego al pajar en el que estaba escondido un grupo de fuxidos. Isabel Rodríguez mostró su confianza en que el ADN confirme la presencia de restos de sus familiares, aunque mostró su preocupación ante el avanzado deterioro de sus huesos.
Su identificación la realizará una forense costarricense, Roxana Ferllini, una voluntaria que colabora con el colectivo berciano. Para cotejar el ADN de los restos se desplaza periódicamente a Ponferrada y su próxima visita será a mediados de diciembre, momento en que tratará de confirmar la identidad de los fallecidos en Cereixido.
Estas declaraciones las realizó Santiago Macías después de mostrar su confianza en que el auto del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, por el cual ordena la apertura de 19 fosas comunes, se amplíe a la larga lista de espera que maneja el colectivo. La constituyen más de un centenar de lugares y entre ellos está un segundo enterramiento en Cereixido (Lugo), donde prevén encontrar más restos de valdeorreses. Ésta es la única presencia ourensana en la relación que maneja el colectivo.
Esperamos que el auto sea sólo el principio, dijo Santiago Macías, quien explicó que las 19 fosas comunes citadas en el auto habían sido propuestas al juez como ejemplo. Garzón las tomó como órdenes, pero pienso que vendrán más, añadió. También apuntó que nosotros ponemos los datos que tenemos a disposición de la Justicia.
El directivo de la asociación afirma que estamos contentos por el auto del juez. Al final se nos hizo caso. Santiago Macías añade que Garzón llama a las cosas por su nombre: genocidio, pues se trató de un exterminio político. Sin embargo, la satisfacción de este berciano no es total. También sentimos tristeza por los miles de fallecidos desde que murió el dictador hasta ahora y que fallecieron sin ver hecha justicia, apuntó.
Preocupación por el mal estado de los restos
A la exhumación de los restos de la fosa común de Cereixido acudieron dos vecinas de A Rúa: Isabel Rodríguez Daga -que tenía enterrados a un tío y a un primo- y Ermitas Díaz Sánchez -bajo tierra estaba su padre-. Fueron asesinados en 1936, en los primeros días del alzamiento militar, cuando un grupo de falangistas prendió fuego al pajar en el que estaba escondido un grupo de fuxidos. Isabel Rodríguez mostró su confianza en que el ADN confirme la presencia de restos de sus familiares, aunque mostró su preocupación ante el avanzado deterioro de sus huesos.
