El frío y la lluvia que acompañaron el crecimiento de los erizos en los árboles causaron un fuerte descenso de la producción de castaña, cifrado en más del 20% respecto al año anterior. Según las estimaciones de la Indicación Xeográfica Protexida 'IXP' da Castaña, las más de 15.000 toneladas del 2009 se quedaron en las 12.000 recogidas en la campaña que finalizó esta semana, como apuntó su presidente Jesús Quintá García.
Ante la ausencia de cifras exactas, el sector se mueve en base a unas estimaciones que varían de una zona a otra. Francisco Álvarez Carballo compra castañas en el oriente provincial para una empresa de Durcal (Granada). Este año prevé enviar unos 250.000 kilos. 'Hai menos da metade da colleita, pero a calidade é boa', dijo, aunque apreció 'algo de coco'.
Los cálculos de Juan Fernández, gerente de la empresa valdeorresa Castañas Rafael, se aproximan a los de la IXP. 'En general, la cosecha es un 20% menor y la castaña es más grande que la de otros años'. En referencia al 'coco', este empresario asegura que éste siempre estará presente, mientras los agricultores no traten los árboles.
Jesús Quintá lamenta el abandono progresivo del trabajo en el campo y la 'falta de profesionalización en la producción de castañas en Galicia. 'Os sotos seguen plantados en formación antiga e non se coidan e as podas non son as adecuadas', se quejó. Esta falta de cuidados favorece la aparición de las plagas. 'En Verín e Riós hai moito cancro. En Valdeorras tamén hai tinta, pero ao igual que sucede co cancro, aquí están máis controlados', añadió.
Otro factor que juega en contra de esta actividad es la gran cantidad de variedades de castaña que se trabajan. Cuando países como Portugal, Italia o Francia se especializan en unas pocas, en Galicia 'hai 50 clases e cóllense todas mezcladas, o que supón un problema, pois ao industrializalas e metelas nun tarro teñen diferentes cores', comentó Francisco Álvarez. 'Hai que elexir media ducia de variedades e apostar por elas', coincidió Jesús Quintá.
Estos condicionantes apenas afectan a la buena fama adquirida por el producto de Galicia. Un reconocimiento que lleva a los distribuidores de otras zonas, como es el caso de El Bierzo leonés, a vender todo tipo de castaña con el sobrenombre de 'gallega'. El empresario Juan Fernández considera que 'no es beneficioso', aunque reconoce que 'hay gente de León que compra en Valdeorras y otros de aquí que se surten en tierras bercianas', dijo. Esta práctica tiene las horas contadas. 'Vaise a acabar', aseguró el presidente de la Indicación de Orixe Protexida, quien añadió que 'todo o que se venda baixo o amparo da IXP será galego'.
Este organismo sacará al mercado unas 300 toneladas de castañas registradas bajo sus siglas. Asociarse es una de las salidas que los productores tienen para competir con la fruta procedente de Turquía, China, el Este o América. Ante esta amenaza no resulta extraño que Domingo Fidalgo, representante de Xóvenes Agricultores en Valdeorras, invite a los productores a asociarse en la IXP.
Cuatro
El número de industrias dedicadas a fabricar productos con castañas en Galicia.
Veinte
Las empresas envasadoras.
Cien
Los productores censados en la Indicación Xeográfica Protexida, muy pocos para las varias decenas de miles que complementan sus ingresos con la producción de castañas.
Ranking
Galicia lidera la producción en España. Valdeorras, Frieiras, Manzaneda y Verín acaparan la mitad de la producción gallega.
Los cálculos de Juan Fernández, gerente de la empresa valdeorresa Castañas Rafael, se aproximan a los de la IXP. 'En general, la cosecha es un 20% menor y la castaña es más grande que la de otros años'. En referencia al 'coco', este empresario asegura que éste siempre estará presente, mientras los agricultores no traten los árboles.
Jesús Quintá lamenta el abandono progresivo del trabajo en el campo y la 'falta de profesionalización en la producción de castañas en Galicia. 'Os sotos seguen plantados en formación antiga e non se coidan e as podas non son as adecuadas', se quejó. Esta falta de cuidados favorece la aparición de las plagas. 'En Verín e Riós hai moito cancro. En Valdeorras tamén hai tinta, pero ao igual que sucede co cancro, aquí están máis controlados', añadió.
Otro factor que juega en contra de esta actividad es la gran cantidad de variedades de castaña que se trabajan. Cuando países como Portugal, Italia o Francia se especializan en unas pocas, en Galicia 'hai 50 clases e cóllense todas mezcladas, o que supón un problema, pois ao industrializalas e metelas nun tarro teñen diferentes cores', comentó Francisco Álvarez. 'Hai que elexir media ducia de variedades e apostar por elas', coincidió Jesús Quintá.
Estos condicionantes apenas afectan a la buena fama adquirida por el producto de Galicia. Un reconocimiento que lleva a los distribuidores de otras zonas, como es el caso de El Bierzo leonés, a vender todo tipo de castaña con el sobrenombre de 'gallega'. El empresario Juan Fernández considera que 'no es beneficioso', aunque reconoce que 'hay gente de León que compra en Valdeorras y otros de aquí que se surten en tierras bercianas', dijo. Esta práctica tiene las horas contadas. 'Vaise a acabar', aseguró el presidente de la Indicación de Orixe Protexida, quien añadió que 'todo o que se venda baixo o amparo da IXP será galego'.
Este organismo sacará al mercado unas 300 toneladas de castañas registradas bajo sus siglas. Asociarse es una de las salidas que los productores tienen para competir con la fruta procedente de Turquía, China, el Este o América. Ante esta amenaza no resulta extraño que Domingo Fidalgo, representante de Xóvenes Agricultores en Valdeorras, invite a los productores a asociarse en la IXP.
Cuatro
El número de industrias dedicadas a fabricar productos con castañas en Galicia.
Veinte
Las empresas envasadoras.
Cien
Los productores censados en la Indicación Xeográfica Protexida, muy pocos para las varias decenas de miles que complementan sus ingresos con la producción de castañas.
Ranking
Galicia lidera la producción en España. Valdeorras, Frieiras, Manzaneda y Verín acaparan la mitad de la producción gallega.
