Los efectivos de extinción combatían en la tarde de ayer cinco incendios en los montes de la provincia, según dio a conocer la Consellería de Medio Rural. Los de mayor magnitud se registraron en los municipios de Riós y Manzaneda, llegando las llamas en este último a cercar las viviendas de los pueblos de Langullo y Cimadevila. En esta última localidad, los efectivos de extinción tuvieron que esparcir cuatro cisternas de agua en torno a una granja de vacuno, conocida como A Mata, para evitar que el fuego se propagase a las instalaciones. Aún así, las llamas calcinaron una plantación de robles de unos 15 años.
Este incendio ya llevaba quemado pasadas las nueve de la noche 300 hectáreas de monte raso y arbolado, según Medio Rural. Comenzó poco antes de la una del mediodía en una zona de abundante maleza, lo que provocó una densa humareda, visible desde todos los rincones del municipio.
El alcalde de Manzaneda, David Rodríguez Estévez, se desplazó al lugar, donde criticó la falta de efectivos para combatir el incendio a causa de los recortes en el presupuesto. 'Agora mesmo non hai ningún tipo de coordinación para facer frente ó lume', explicó el regidor.
Las llamas avanzaban en la noche de ayer hacia el cauce del río Bibei, calcinando maleza y arbolado. En la zona, trabajaban 20 brigadas forestales, seis coches motobombas, tres palas, nueve helicópteros y ocho aviones.
La Consellería de Medio Rural lamentaba las críticas del regidor de Manzaneda, que calificó de 'oportunistas' e 'interesadas' al tiempo que recalcaba que el viento que sopló durante toda la tarde en la zona, con rachas de 60 kilómetros por hora, dificultó las labores de extinción. Es más, el viento, según Medio Rural, mantuvo inactiva la base aérea de incendios de Xinzo entre las 13,50 y las 15,30 horas. En estas instalaciones hay cinco aviones de extinción y uno de coordinación, que no pudieron salir durante las primeras horas en las que se declaró el incendio.
En el caso de Riós, el fuego se declaró pasadas las dos de la tarde en una zona arbolada de la parroquia de Santa María. Las llamas se propagaron con rapidez por una ladera, obligando a intervenir a 11 brigadas forestales, dos coches motobombas, cinco helicópteros y tres aviones. Este incendio ya estaba controlado a las nueve de la noche de ayer después de calcinar más de 30 hectáreas de monte raso y arbolado. Un retén, según explicó el alcalde, Francisco Armando Veiga, permanecía en la zona enfriando el terreno ante el temor de que el viento pudiera reavivar los rescoldos y se propagase a las viviendas.
Los incendios restantes se produjeron en las comarcas de Celanova, Monterrei y Ribadavia pero la rápida intervención de los efectivos de extinción evitó que las llamas se propagasen, según dio a conocer Medio Rural.
El alcalde de Manzaneda, David Rodríguez Estévez, se desplazó al lugar, donde criticó la falta de efectivos para combatir el incendio a causa de los recortes en el presupuesto. 'Agora mesmo non hai ningún tipo de coordinación para facer frente ó lume', explicó el regidor.
Las llamas avanzaban en la noche de ayer hacia el cauce del río Bibei, calcinando maleza y arbolado. En la zona, trabajaban 20 brigadas forestales, seis coches motobombas, tres palas, nueve helicópteros y ocho aviones.
La Consellería de Medio Rural lamentaba las críticas del regidor de Manzaneda, que calificó de 'oportunistas' e 'interesadas' al tiempo que recalcaba que el viento que sopló durante toda la tarde en la zona, con rachas de 60 kilómetros por hora, dificultó las labores de extinción. Es más, el viento, según Medio Rural, mantuvo inactiva la base aérea de incendios de Xinzo entre las 13,50 y las 15,30 horas. En estas instalaciones hay cinco aviones de extinción y uno de coordinación, que no pudieron salir durante las primeras horas en las que se declaró el incendio.
En el caso de Riós, el fuego se declaró pasadas las dos de la tarde en una zona arbolada de la parroquia de Santa María. Las llamas se propagaron con rapidez por una ladera, obligando a intervenir a 11 brigadas forestales, dos coches motobombas, cinco helicópteros y tres aviones. Este incendio ya estaba controlado a las nueve de la noche de ayer después de calcinar más de 30 hectáreas de monte raso y arbolado. Un retén, según explicó el alcalde, Francisco Armando Veiga, permanecía en la zona enfriando el terreno ante el temor de que el viento pudiera reavivar los rescoldos y se propagase a las viviendas.
Los incendios restantes se produjeron en las comarcas de Celanova, Monterrei y Ribadavia pero la rápida intervención de los efectivos de extinción evitó que las llamas se propagasen, según dio a conocer Medio Rural.
