Los animales cruzaron el Sil y dañaron el césped de la zona del Malecón

Los jabalíes deterioran el paseo fluvial de O Barco

Los barquenses que utilizan habitualmente la senda peatonal de la orilla derecha del Sil, en el tramo del Paseo do Malecón, fueron sorprendidos ayer por los desperfectos ocasionados por los jabalíes. Tres zonas de césped fueron escarbadas por los animales, cuyas huellas podían verse en la tierra removida, tal y como mostraban las personas que acudieron a ver de cerca los estragos.
'O nunca visto', exclamó el concejal de Deportes, Parques e Xardíns, Julio Fernández Arias. A primera hora de la mañana, el edil era conocedor de los desperfectos que los cerdos salvajes causan desde hace un mes en el área recreativa de O Salgueiral, justo en la orilla opuesta del lugar atacado en la madrugada de ayer. Lo que no se esperaba el edil es que los animales cruzasen nadando el río Sil. 'A nado. É o colmo!', exclamó.

Julio Fernández atribuyó la presencia de los jabalíes en O Barco a la falta de alimento en los montes que ardieron en el verano. 'Lle queimaron todo e teñen que comer e beber nalgún lado', apuntó.

La proximidad del lugar dañado a los contenedores de recogida de basura preocupa a los vecinos, que temen que puedan acudir a ellos. Esta posibilidad no fue descartada por Aníbal Fernández Pérez, cazador y propietario de la armería Alfer, en O Barco. 'É un animal que come de todo', dijo. Añadió que estos animales se desplazan hasta el Malecón en busca de lombrices. 'É un dos alimentos que máis lles gustan. Van aos humedais na súa procura', dijo.

Poner freno a los ataques de los jabalíes es difícil. Así lo estimó el concejal de Parques y Xardíns, quien hace semanas desistió de arreglar los desperfectos causados en el área recreativa de O Salgueiral. 'Arranxouse varias veces e aos poucos días volvía a estar igual. Hai que esperar', dijo.

Aníbal Fernández apunta que el área recreativa barquense es uno de los lugares más visitados por los puercos salvajes. La proximidad del río y de la carretera mantiene a los cazadores lejos de estos parajes por motivos de seguridad, permitiéndoles campar a sus anchas.

Un peligro al que se enfrentan en O Salgueiral es el de los lazos ilegales. Hace un mes, un jabalí atrapado en una de estas trampas fue llevado al centro de recuperación de fauna de O Rodicio.

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