El Juzgado archivó la querella de la Fiscalía contra Manuel Candal tras su fallecimiento. Así consta en el auto que deja al fiscal la decisión de seguir adelante con el procedimiento contra el ex alcalde de Vilamartín ante un posible delito de prevaricación urbanística por firmar 17 licencias municipales, pesando sobre 15 de ellas órdenes de demolición de la Xunta.
El fallecimiento de Manuel Candal Candal llevó al juez a ordenar el archivo de la querella presentada por la Fiscalía de Ourense ante un posible delito de prevaricación urbanística. El titular del Juzgado mixto número 1 de O Barco dictó un auto en este sentido el pasado 20 de noviembre. Una vez que el Juzgado decretó el archivo del expediente, el fiscal deberá decidir si continúa adelante con las acciones iniciadas.
La querella fue presentada por la Fiscalía ante un posible delito de prevaricación urbanística. Alude a la firma de 17 licencias municipales por obras que carecían de ellas, estando 15 de ellas amenazadas por órdenes de demolición dictadas por la Xunta, que abrió otros tantos expedientes de reposición de la legalidad urbanística.
Los documentos tienen carácter retroactivo al inicio de las obras y fueron rubricados el 17 de noviembre de 2008 por el entonces alcalde de Vilamartín. Los firmó apremiado por los afectados minutos después de finalizar una tensa sesión plenaria, en la que el regidor no pudo aprobar el Plan Xeral de Ordenación Municipal que regularizaría la situación de las obras. La ausencia de sus compañeros del equipo de gobierno le impidió conseguir la mayoría necesaria para sacarlo adelante. A los dos días, renunció a la alcaldía.
El pasado cinco de noviembre, el ex alcalde testificaba en el Juzgado barquense. Acudió acompañado de su hijo, el abogado Ignacio Candal, y tras declarar aseguró no haber realizado ninguna acción ilegal. Cinco días después, Manuel Candal falleció de un accidente cardiovascular (infarto). Tenía 74 años.
Su muerte es la razón esgrimida por el titular del Juzgado Decano de Instrucción de O Barco para ordenar el archivo de la querella. Sin embargo, el Ministerio Fiscal aún debe decidir si sigue adelante con la querella o bien si acata la decisión del juez.
La querella fue presentada por la Fiscalía ante un posible delito de prevaricación urbanística. Alude a la firma de 17 licencias municipales por obras que carecían de ellas, estando 15 de ellas amenazadas por órdenes de demolición dictadas por la Xunta, que abrió otros tantos expedientes de reposición de la legalidad urbanística.
Los documentos tienen carácter retroactivo al inicio de las obras y fueron rubricados el 17 de noviembre de 2008 por el entonces alcalde de Vilamartín. Los firmó apremiado por los afectados minutos después de finalizar una tensa sesión plenaria, en la que el regidor no pudo aprobar el Plan Xeral de Ordenación Municipal que regularizaría la situación de las obras. La ausencia de sus compañeros del equipo de gobierno le impidió conseguir la mayoría necesaria para sacarlo adelante. A los dos días, renunció a la alcaldía.
El pasado cinco de noviembre, el ex alcalde testificaba en el Juzgado barquense. Acudió acompañado de su hijo, el abogado Ignacio Candal, y tras declarar aseguró no haber realizado ninguna acción ilegal. Cinco días después, Manuel Candal falleció de un accidente cardiovascular (infarto). Tenía 74 años.
Su muerte es la razón esgrimida por el titular del Juzgado Decano de Instrucción de O Barco para ordenar el archivo de la querella. Sin embargo, el Ministerio Fiscal aún debe decidir si sigue adelante con la querella o bien si acata la decisión del juez.
