Las perforaciones realizadas en el suelo del santuario de As Ermidas, en O Bolo, ya impiden que las aguas subterráneas ejerzan presión sobre la estructura del templo, provocando su deformación y amenazando su estabilidad. El vicepresidente de la Fundación Nuestra Señora de As Ermidas, Luis Maroto Cervera, afirmó que 'la reducción de presión ya funciona'.
Los trabajos de perforación o drenaje deberían haber finalizado hace dos semanas, plazo que no se cumplió ante los imprevistos surgidos en la obtención de materiales y por el mal estado del firme en la zona donde será construido uno de los drenajes. Pese a ello, Luis Maroto asegura que sólo restan pequeños detalles, aunque matiza que la eliminación de la presión del agua 'no garantiza plenamente la estabilidad del templo'.
Tan solo pendientes de pequeños detalles
El final del proyecto depende de la llegada de las boquillas que darán salida al agua de las filtraciones y de una última perforación, retrasada por la inestabilidad del terreno.
Esta circunstancia no impide que continúe la redacción del informe técnico que determinará el estado en que queda el suelo. El trabajo deberá recibir el visto bueno del vicepresidente de la Fundación, lo que dará por concluido un proyecto que costea la Diputación con 60.000 euros y que complementa la construcción de canalones, a la que Patrimonio asignó otros 50.000 euros.
Tan solo pendientes de pequeños detalles
El final del proyecto depende de la llegada de las boquillas que darán salida al agua de las filtraciones y de una última perforación, retrasada por la inestabilidad del terreno.
Esta circunstancia no impide que continúe la redacción del informe técnico que determinará el estado en que queda el suelo. El trabajo deberá recibir el visto bueno del vicepresidente de la Fundación, lo que dará por concluido un proyecto que costea la Diputación con 60.000 euros y que complementa la construcción de canalones, a la que Patrimonio asignó otros 50.000 euros.