La Corporación pone a disposición de Educación 890 metros cuadrados

El pleno de O Barco aprueba el gimnasio de Viloira con críticas del PP por el retraso

La Corporación municipal barquense aprobó ayer la entrega a la Consellería de Educación e Ordenación Universitaria de 890 metros cuadrados para construir el gimnasio. El acuerdo fue tomado por unanimidad, circunstancia que no evitó las quejas de los “populares” por la “demora” que causó la tramitación de un convenio, cuyo primer borrador se firmó en 2007.
El portavoz de la oposición “popular” barquense, Moisés Blanco se quejó de la entrega a Educación con demasiado retraso de los terrenos destinados al gimnasio del colegio Otero Pedrayo de Viloira, pues recordó que el primer borrador del convenio con la Xunta fue firmado en marzo del 2007.

Fue la única protesta que recibió el convenio, que pondrá 890 metros cuadrados a disposición de la Consellería de Educación e Ordenación Universitaria, para el gimnasio. El alcalde socialista, Alfredo García, aludió a un posible error en las fechas expuestas por el portavoz del PPdeG y aseguró que “non hai retrasos”. El regidor añadió que Educación completará el centro con otras instalaciones, que aún no están concretadas.

Antes de que el convenio fuese aprobado por unanimidad, la nacionalista Isabel Gacio apoyó la propuesta y mostró su deseo de que “se deixe de ver aos rapaces comendo na Casa Grande de Viloira”. Esta situación se arrastra desde hace un año, a causa de la inexistencia de un comedor en el colegio.

El pleno rechazó -con las seis abstenciones del PPdeG y los nueve votos en contra del PSdeG-PSOE- una moción del BNG solicitando al Estado suspender las relaciones “diplomáticas e económicas” con Israel, en tanto no cese la agresión a Palestina.



Quejas por la iluminación navideña

La concejal del PPdeG Manuela Pomar consideró escasa la iluminación navideña y reclamó la colocación de motivos festivos en los pueblos y en la calle Pérez Lista. El concejal de Cultura, Eduardo Ojea, contestó señalando que el Concello gasta 8.000 euros en este capítulo. También dijo que se solicitó la colaboración de los empresarios para mejorarla, “pero non houbo resposta”.

El pleno también tuvo conocimiento del problema de una madre y de su hija, que debieron abandonar el Teatro Lauro Olmo por una ventana, después de observar que las puertas permanecían cerradas a cal y canto, durante una proyección infantil. La queja partió de la edil del PPdeG María Aranzazu Barros, quien preguntó si el edificio cumple las medidas de seguridad.

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