La enfermera y concejal del PPdeG en O Barco, María Victoria Núñez, acaba de regresar de su estancia de 15 días en Haití, país al que viajó dentro de un proyecto promovido por la Fundación para el Desarrollo de la Enfermería en colaboración con la Xunta. Con ella se desplazó la coordinadora de la iniciativa, la madrileña Susana Mesa, quien regresó tras cuatro días.
¿Qué labor desarrolló en Haití?
Impartí un curso de afrontamiento de urgencias para la Asociación nacional de Enfermeras Licenciadas Haitianas. Llevamos maniquíes pediátricos y adultos, además de cabezas de entubamiento y otros equipos. Todos se quedaron allí. Aproveché para visitar las Urgencias del Hospital General de Porto Príncipe. Vi cómo funciona la Unidad de Aislados por culpa del brote de cólera. Está muy bien organizado pero hay escasez de personal y de medios.
¿Es tan grave el brote de cólera?
La situación es extrema. Es una epidemia impresionante. El fin de semana, cuando salí, se hablaba de 1.700 muertos y 15.000 afectados. Aunque el problema se soluciona con hidratación, también hay que tener suero o antibióticos. Allí necesitan de todo..
¿Los hospitales están en condiciones de poder controlar la epidemia?
El Hospital de Porto Príncipe aguantó bien el terremoto, pero tiene mucha falta de recursos y de personal a pesar de la ayuda de las ONG, que están moviendo mucho. No hablaría de que está controlado. Tan sólo lo están asumiendo y desarrollan muchas campañas de prevención. También distribuyen agua clorada en los campamentos e intentan enfrentarse a la enfermedad.
¿Son ciertos los enfrentamientos de la población con los cascos azules?
Sospechan que el brote de cólera surgió de los cascos azules de Nepal, pues dicen que arrojaron sus desechos al río. Hubo enfrentamientos con ellos. Al parecer, fue cierto que arrojaron los desechos y el pueblo se sublevó. No obstante, también hay quien dice que es una estrategia política.
¿Haití comenzó a recuperarse del terremoto?
No se aprecia ninguna reconstrucción. Porto Príncipe es una escombrera. Las casas están en ruinas y las carreteras muy dañadas. Gran cantidad de personas viven en tiendas de campaña. Son miles las que están en los campamentos y algunas la montaron ante sus casas, en ruinas. Se manejan unas cifras de 400.000 a un millón de fallecidos por el terremoto. Hay afectados a nivel psíquico y físico, con numerosos lisiados. Hay gente que perdió a toda su familia.
¿También vivió las elecciones?
Viví la campaña electoral, que es muy parecida a la de aquí, aunque con 19 candidatos para un país de 11 millones de habitantes. Hubo camiones con altavoces y mítines. Lo básico de la campaña es similar a otros sitios, aunque choca ver los carteles de los candidatos al lado de las tiendas de campaña.
¿Para qué le sirvió su labor en ese país?
Al llegar, no daba crédito a lo que veía. Había visto las imágenes de la televisión, pero nunca pensé que fuese así. El polvo de los escombros flota en el ambiente. Pero vale la pena. Regresé con la satisfacción de ayudar a otras personas. Estas situaciones siempre te cambian.
Impartí un curso de afrontamiento de urgencias para la Asociación nacional de Enfermeras Licenciadas Haitianas. Llevamos maniquíes pediátricos y adultos, además de cabezas de entubamiento y otros equipos. Todos se quedaron allí. Aproveché para visitar las Urgencias del Hospital General de Porto Príncipe. Vi cómo funciona la Unidad de Aislados por culpa del brote de cólera. Está muy bien organizado pero hay escasez de personal y de medios.
¿Es tan grave el brote de cólera?
La situación es extrema. Es una epidemia impresionante. El fin de semana, cuando salí, se hablaba de 1.700 muertos y 15.000 afectados. Aunque el problema se soluciona con hidratación, también hay que tener suero o antibióticos. Allí necesitan de todo..
¿Los hospitales están en condiciones de poder controlar la epidemia?
El Hospital de Porto Príncipe aguantó bien el terremoto, pero tiene mucha falta de recursos y de personal a pesar de la ayuda de las ONG, que están moviendo mucho. No hablaría de que está controlado. Tan sólo lo están asumiendo y desarrollan muchas campañas de prevención. También distribuyen agua clorada en los campamentos e intentan enfrentarse a la enfermedad.
¿Son ciertos los enfrentamientos de la población con los cascos azules?
Sospechan que el brote de cólera surgió de los cascos azules de Nepal, pues dicen que arrojaron sus desechos al río. Hubo enfrentamientos con ellos. Al parecer, fue cierto que arrojaron los desechos y el pueblo se sublevó. No obstante, también hay quien dice que es una estrategia política.
¿Haití comenzó a recuperarse del terremoto?
No se aprecia ninguna reconstrucción. Porto Príncipe es una escombrera. Las casas están en ruinas y las carreteras muy dañadas. Gran cantidad de personas viven en tiendas de campaña. Son miles las que están en los campamentos y algunas la montaron ante sus casas, en ruinas. Se manejan unas cifras de 400.000 a un millón de fallecidos por el terremoto. Hay afectados a nivel psíquico y físico, con numerosos lisiados. Hay gente que perdió a toda su familia.
¿También vivió las elecciones?
Viví la campaña electoral, que es muy parecida a la de aquí, aunque con 19 candidatos para un país de 11 millones de habitantes. Hubo camiones con altavoces y mítines. Lo básico de la campaña es similar a otros sitios, aunque choca ver los carteles de los candidatos al lado de las tiendas de campaña.
¿Para qué le sirvió su labor en ese país?
Al llegar, no daba crédito a lo que veía. Había visto las imágenes de la televisión, pero nunca pensé que fuese así. El polvo de los escombros flota en el ambiente. Pero vale la pena. Regresé con la satisfacción de ayudar a otras personas. Estas situaciones siempre te cambian.
