Alabama Show cumple diez años llenos de música y anécdotas

photo_camera Ocho artistas que actúan como si fuesen diez o más gracias a su carácter polifacético.

La orquesta, que nació en Vigo en 2004, tiene previsto grabar su primer disco el próximo invierno

Cumplen este año su décimo aniversario. La Orquesta Alabama Show nació en Vigo en 2004, más como un hobby de un grupo de amigos veinteañeros que como una orquesta. Pero ese carácter aficionado duró poco tiempo, a la vista de la buena acogida que recibían por parte del público.

Galicia, León, Asturias y Zamora conforman la geografía de sus actuaciones, algo más de medio centenar al año. Solo en verano.

Los ocho integrantes de la Alabama Show son muy polifacéticos, de ahí que parezca que son muchos más. Alexis Pérez Garcia es, a la vez, voz masculina, voces, toca el saxo y lleva la dirección musical. Sonia Fernández Domínguez es la vocalista femenina que también hace, voces y coreografías. Iago Vales Achalandabaso es la tercera voz, masculina, naturalmente. En la sección rítmica se encuentran Esteban Comesaña Fernández a la batería, Mauro Gallur Gómez a los teclados e Iban Cremona Gil, al bajo y voces. La sección de metal la integran David Comesaña Fernández que toca el saxo y Manuel Rodriguez Pérez a la trompeta. A los controles de luz y sonido se pone Manuel Pérez Rodríguez y al volante del escenario móvil Federico Camuesco.

Su repertorio se amolda a los estándares que solicitan las comisiones de fiestas. "Tenemos un amplísimo repertorio de baile con el que solemos salir a escena en el primer pase", comenta Alexis Pérez, director musical y vocalista de la orquesta. Para el público más joven completan su actuación con un repertorio de música actual y grandes temas de rock y pop.

Una de las características de la Alabama Show es su constante evolución. "Queremos estar al día en todo, incluido el aspecto técnico", explica Alexis, "Por eso reinvertimos una parte importante de nuestros ingresos en tener el material a la última". Los tiempos no están para echar cohetes, "no solo por la caída de los cachés, sino también por todas las trabas burocráticas y administrativas que tienes siempre".

Pero esos aspectos más negativos se atenúan gracias a un trabajo lleno de satisfacciones y alguna anécdota simpática como la que nos recuerda que "sucedió en un pueblo de León al que cuando llegamos no se presentó nadie. Decidimos que lo mejor era suspender la actuación, pero entonces se acercó un señor y nos pidió que actuásemos: había fallecido un vecino muy querido y entonces por luto nadie acudió al concierto, pero querían escucharlo desde sus casas y por eso nos pidieron que actuásemos, aparentemente sin público."

En otra ocasión, recuerda Alexis, "llegamos a un pueblo en un rincón remotísimo al que llegamos despues de kilómetros y kilómetros sin cruzarnos con nadie. Y cuando salimos al escenario nos encontramos frente a nosotros a miles de personas que no podíamos imaginar de dónde habrían salido porque el paisaje parecía sin habitantes.

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