Si con la crisis los negocios de hostelería y bienes básicos se ven afectados, es rarísimo que las galerías de arte sobrevivan.
Parada de pincho
Si con la crisis los negocios de hostelería y bienes básicos se ven afectados, es rarísimo que las galerías de arte sobrevivan. Si es rarísimo que las galerías de arte sobrevivan, es casi un milagro que lo hagan en Ourense, así que deberían ir corriendo a visitar esta galería (entrada gratis) que les recomiendo no sea que, de la noche a la mañana, tenga que cerrar.
La galería Marisa Marimón es muy agradable y la exposición que tienen estos días es realmente sugerente no sólo por los collages que la componen sino también por cómo están colocados, formando una especie de pasadizo por el que el visitante es conducido.
Sin embargo, para mí, sin desmerecer para nada la obra de Pilar Alonso, lo mejor es la parte de atrás de la exposición, una especie de “almacén” donde se pueden ver todo tipo de obras con el encanto de no estar expuestas, es decir, como si estuvieran en el salón de la casa de un coleccionista de arte. Allí me encontré dos cuadros de una artista que me chifla: Tamara Feijoo. Esta gallega tiene unos cuadros que, si no te fijas bien, pueden parecer solo bonitos e incluso un poco naïves pero como te acerques y veas bien el dibujo, te quedas helada preguntándote si lo que estás viendo es solo sórdidamente bonito o realmente escandaloso.
Yo les recomiendo tomar cervezas antes de ir, soy muy fan de consumir arte con los sentidos algo alterados. Pero si prefieren hacerlo al salir, cerca tienen todos los bares de la calle Doctor Temes y, si luego giran hacia Camiño Caneiro, aún se encuentran otro par. Pueden hacer una ruta del primero al último (o del último al primero) y ya no volver a casa. Nunca.
Mira Ourense
Fumando espero....
El mensaje es claro. Hasta tal punto que me imagino la escena. Las galerías donde está son bastante Bronx, la verdad, con toda esa parte de atrás con carteles de “se alquila” en los escaparates. Así que debe ser un lugar ideal para ir a disfrutar de las mercancías del tal camello, claro. Me veo a chavalito número 1 y chavalito número 2: llevan un par de semanas fastidiados porque el camello se les ha ido a la playa. Y un buen día suena el wasap y es él. Esa emoción, esos preparativos, ese me-faltan-cinco-pavos-pónmelos-tú-mañana-ya-te-los-doy. Y a ver al camello, y a coger la mercancía como si fuera oro y a irse pitando a las galerías de siempre que-allí-nunca-hay-nadie. Y quema, deshaz, mezcla, lía y, por fin, enciende y aspira. Y chavalito número 2 mira al 1 con gesto interrogante. Y el 1, con cara de vicio, niega con una sonrisa y, sin mediar palabra, saca un rotulador de la mochila, se levanta y escribe eso en el cristal de enfrente.
Dulce Hogar
Listas, listas, listas...
Dice Umberto Eco que las listas son el origen de la cultura y como a mí me gusta mucho hacer listas, en vez de pensar que soy una histérica del orden y el control y una maniática como los personajes que en las sit-com hacen listas (Mónica de “Friends”, Claire de” Modern Family”…) pues pienso que soy una intelectual como Umberto Eco y así, no solo hago listas, sino que me siento ídem. (Ríanse. ¡Es una orden!)
Hacer listas es útil, esto es indiscutible: ordena nuestra cabeza, establece prioridades y órdenes, ahorra tiempo, evita olvidos… La primera lista que les recomiendo que hagan es la de las listas que quieren hacer. Sería como la Lista Maestra, la Lista de Listas, el Big Bang de las Listas, el… Sí, de acuerdo, ya han cogido la idea.
Así que aquí vamos: lista de propósitos para el verano, lista de tareas que hacer en casa, lista de la compra para toda la semana, lista de los mails por responder, lista de los recados que hacer, lista de libros que leer, lista de aniversarios que debemos recordar, lista de alimentos que evitar, lista de alimentos que consumir, lista de las listas que ya has hecho, lista de las que aún deberías hacer…
Si están verdaderamente decididos a organizar su vida y salir del caos, aquí un consejo útil: hagan una lista con los sitios donde suelen guardar papeles inclasificables, ahí estarán sus listas normalmente cuando no sepan qué han hecho con ellas. Y, por dios, procuren no perder esta lista.
