Han sobrevivido a los años, han vivido las historias de sus pueblos, han visto crecer localidades y guardan secretos que jamás se conocerán
Son residencias de nobles y familias importantes del pasado de la provincia. El tiempo los ha convertido en lugares de interés y puntos de visita casi obligada para turistas y vecinos de la provincia ourensana.
Visitarlas; el plan idóneo para una mañana o tarde de paseo. La excursión perfecta de la que alardear en tú próxima fotografía en las redes sociales; pero además, una visita para conocer un pedazo de historia de Ourense.
>Castelo de Ribadavia
Visita obligada para aquellos que quieran saber más sobre Ourense. Situado en el centro de la villa, el Castillo de los Condes es su edificio más emblemático y el de mayor interés turístico. Perteneció a familias importantes de la historia de Ribadavia y con el paso de tiempo se han convertido en ruinas. En su auditorium, restaurado, se celebra cada año la Mostra Internacional de Teatro (MIT).
>Castelo de A Peroxa
Fortaleza defensiva perfecta en el pasado, el tiempo no ha permitido que podamos observar en su plenitud este castillo situado en un balcón al Miño y que en su día acogió a la nobleza. Llegó a ser utilizado como Casa Consistorial e incluso se vendió su piedra para construir la nueva iglesia de la localidad. Ahora quedan las ruinas de una fortificación que el Concello de A Peroxa se está encargando de conservar y cuidar.
>Castelo de Vilamarín
Premio real en el pasado, el ahora Pazo de Vilamarín perteneció, al igual que el resto de castillos, a familias importantes. Situado a una altura escasa, fue reformado en diferentes ocasiones hasta llegar a su estado habitual y convertirse en uno de los pocos castillos completamente reformados de la provincia. A pocos quilómetros de la capital, este castillo se convierte en un lugar perfecto que visitar y conocer más sobre el pasado de la provincia. Un edificio que todo buen turista debería conocer.
>Castelo de Castro Caldelas
Ubicado en el casco histórico de la localidad, la que fuera fortaleza defensiva en sus inicios y luego residencia de nobles, es ahora el principal foco de interés turístico de la villa. Cuidado y reformado, aunque sin su foso histórico, ofrece unas vistas estupendas de su entorno y se convierte en un lugar de visita recomentadado.
>Castelo de O Bolo
La comarca de Valdeorras mantiene con vida este edificio emblemático que fue dañado en las revueltas irmandiñas, para ser luego restaurado. Además de su torre, su parte más reconocida, aguantan restos de la muralla, el patio de armas y el aljibe. Sirvió de escuela, de cárcel e incluso de campo de fiestas. Epicentro de una aldea que invita a todos a conocer parte de su historia.
