Reportaje

Al Ourense estival le gusta sumergirse

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photo_camera Oira: río y piscinas ejercen de poderoso atractivo para combatir el calor durante el verano

Cuando la única opción que resta es mojarse, Ourense exhibe alternativas: Oira, Monterrei, A Chavasqueira, Outariz y el propio río Miño a su paso por la ciudad. El agua como piedra filosofal en la lucha veraniega contra el calor. 

Lamiendo el mercurio las zonas más altas del termómetro, la mente se fija en un objetivo único: escapar de la ciudad. Para los que en verano no contamos con esa suerte, combatir las sofocantes volutas de calor que nos envuelven en cada calle se convierte en mera supervivencia. El agua pasa a ser el mejor aliado en estos casos, y las zonas de baño devienen en lugares de peregrinación a los que todos los vecinos escapan mientras la ciudad entera se achicharra durante el día, renace por la noche, y así sucesivamente. A punto de derretirse, las cámaras del programa Callejeando conocen esta semana las opciones para sumergirse y mitigar el calor de Ourense.


El ourensano medio tiene geolocalizadas sus opciones para escapar del calor, y acude a ellas según preferencia o comodidad. El abanico es amplio.
Primera parada, aguas arriba, justo donde las compuertas liberan el río, en Oira. Allí se encuentra el destino mas concurrido por todos los bañistas durante la época de verano. Piscinas grandes, pequeñas e infantiles, se combinan con la zona de césped para tumbarse, la sombra y, como no,con las aguas del mismo río Miño. La mixtura resulta de tal éxito que, en oportunidades el recinto cuelga el cartel de completo.


Las voces consultadas ponderan positivamente las recientes mejoras que el recinto ha experimentado. La algarabía lo confirma. No obstante, un inciso: pese a estar solventado, padres y abuelos coinciden en recordar cómo la aspereza del suelo en la nueva zona infantil causó más de un susto y contratiempo en los pies infantiles.

Y voley playa
Apenas metros mas abajo, la confirmación de la perseverancia: no tener playa no significa no poder jugar al voley playa. Darío Cantón lo reafirma: pese a la diferencia entre la arena de la que disponen, acuden cada tarde a entrenar tras un buen chapuzón.
El viaje prosigue siguiendo los ondulantes y caprichosas aguas del río. Pasar bajo el puente romano, y descubrir un pequeño e improvisado campo de fútbol en pendiente, solo apto para entusiastas al verano.


Allí, Marcos, Martín y Nacho completan los pendientes en su lista para las tardes del verano en ourense: futbol y río.
El plan es simple: aprovechar la zona de césped justo al pie del puente, del lado de Canedo,  para compartir ocio y deporte: un poco de balón y luego un chapuzón. A juzgar por la concurrencia, el plan es popular: pequeños grupos y familias se reúnen allí. Barajas, bicicletas y guitarras, todo tiene cabida. Marcos prefiere el ambiente de su edad aunque, reconoce entre risas, ello haga que suba la temperatura: "Luego está el agua, por eso vamos al río de vez en cuando", confiesa divertido.


Última estación en sentido Vigo: A Chavasqueira. Apenas es posible caminar o tender un toalla. Luis Rivero, allí con su familia, lo explica con asertividad, pese al calor: "Teniendo esto -se refiere al entorno fluvial- es tontería estar en casa." Como él, muchos han tomado la misma decisión vespertina, y se debaten entre las surgencias termales y el frío río que baja silencioso. 
Rematado este pequeño paseo por las principales opciones de baño más próximas a la ciudad, hacemos un pequeño desplazamiento hasta el Complejo Deportivo de Monterrei, un entorno que es el mas valorado por todas las personas entrevistadas.


La demostración está ante nuestros ojos: es jueves y se encuentra a rebosar. Grandes y pequeños, todos disfrutan de las extensas áreas de descanso y de las diversas opciones de baño. Rubén, socorrista, resalta el principal público asistente: muchos niños pequeños que vienen atraídos por el tobogán, las olas y la amplitud.


Una provincia de interior que sueña con la 'perfección'. En Oira, Elena entre niños que van y vienen confiesa su Ourense imaginado: con playa. "Yo creo que es lo que le falta, sería la ciudad perfecta".
Ligeramente en contraposición, Mar, en las piscinas de Monterrei, no hace honor a su nombre y plantea una reivindicación por lo fluvial: "Tenemos muchas zonas bonitas sin ir a la playa: tenemos el río en Xunqueira, en Allariz,, en Muiños, el Miño. No es necesario ir a la playa; a mi me gusta, pero no es necesario. Si lo sabemos aprovechar, tenemos muchas zonas de ocio; y si no, es porque no queremos."


Ante tan cristalino arrebato, no queda mas que concederle la distinción y saborear de la perfección existente: Ourense ciudad, y su provincia en general, hacen gala de sus aguas, calientes y frías por doquier; así como de sus espacios de sombra y esparcimiento para huir de las lenguas de calor que sobre nosotros caen cada temporada de verano. Todo es ponerse.

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