El tradicional Chupinazo transformó ayer al mediodía las calles navarras. Arrancan en San Fermín nueve días de diversión, con miles de personas ataviadas de blanco y con pañuelos rojos

Pamplona, capital de la fiesta

E l lanzamiento del tradicional chupinazo a cargo del nuevo alcalde de Pamplona, Enrique Maya,trasformó ayer al mediodía la ciudad para dar paso a los sanfermines que, durante nueve días, la convierten en la capital mundial de la fiesta.
Al grito de 'pamploneses, pamplonesas, viva san Fermín!, gora san Fermín!', Maya prendió la mecha del cohete materializando así una de sus mayores ilusiones tan solo tres semanas después de acceder a la alcaldía. Un momento, el del chupinazo, para el que los pamploneses se prepararon desde primeras horas de la mañana con copiosos almuerzos y abundantes bebidas, ya todos ataviados de blanco en espera de que llegara el instante en el que poder anudar sus pañuelos rojos al cuello.

Cuando todavía faltaban dos horas para el cohete, los más impacientes llegaban ya a la plaza del Ayuntamiento, donde la Policía Municipal tuvo que redoblar sus esfuerzos ante la decisión de la Junta Local de Protección Civil de prohibir, por primera vez, acceder al lugar con envases de vidrio.

Una limitación que se sumó a la que otros años afectaba a la entrada de huevos, harina o salsa de tomate, para evitar un exceso de suciedad y lesiones como las que en el 2010 sufrieron unas sesenta personas por cortes durante el este acto, en el que además un joven madrileño resultó con lesiones cerebrales de gravedad como consecuencia de un botellazo.

La decisión figura en el bando que cada año publica el alcalde con la finalidad de que las fiestas sean 'una expresión de alegría de la ciudad y de sus visitantes' y para mantenerlas 'en su línea de tradición y civismo dentro del rigor exigible por sus condiciones de desarrollo'.


EVENTOS Y ACTUACIONES

Esta novedad no impidió el ambiente festivo, pero los presentes en la plaza del Ayuntamiento tuvieron que refrescar la espera, no con las botellas de cava con las que habitualmente se rociaban unos a otros, sino con grandes vasos de plástico con vino, al tiempo que ondeaban sobre sus cabezas los pañuelos formando una marea roja, una costumbre ésta que se ha repetido de nuevo. Este año se pudieron ver dos grandes ikurriñas en el centro de la plaza y se desplegó una pancarta relativa a los presos de ETA.

Mientras la plaza vibraba con cánticos, en el interior de la Casa Consistorial se daba cita la nueva corporación con los invitados, entre quienes se encontraba el diputado general de Guipuzcoa, Martín Garitano (Bildu). Distintos cargos de UPN, con su predecesora y actual presidenta del Gobierno de Navarra, Yolanda Barcina, a la cabeza, acompañaron también a Maya. Tras el chupiñazo se inauguró un programa de nueve días de fiesta con 520 eventos, de los que 342 son musicales, 137 familiares y 33 taurinos, con una inversión de 2,7 millones de euros.

639 profesionales de medios de comunicación están acreditados para informar sobre las fiesta, cuyo inicio se retransmitió en directo en cinco pantallas gigantes en distintos puntos de la ciudad. Los festejos continuaron con las bandas de música,l a comparsa de Gigantes y Cabezudos y la corrida de rejones. Todo salpicado por espectáculos y fuegos artificiales.

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