VERANO

Plazas, sindicatos y sillones

OURENSE. 07.08.2015. PAGINAS DE VERANO: REST ALDEA DA GRELLA. FOTO: MIGUEL ANGEL
photo_camera Tapería brasería Aldea da Grella.

El sitio que les quiero proponer hoy está en la calle Gregorio Marañón. Para llegar a esta calle, si están en la Plaza Mayor... Bueno, si están en la Plaza Mayor, lo primero que deberían hacer es pararse y mirarla bien,

El sitio que les quiero proponer hoy está en la calle Gregorio Marañón. Para llegar a esta calle, si están en la Plaza Mayor... Bueno, si están en la Plaza Mayor, lo primero que deberían hacer es pararse y mirarla bien, porque, aunque uno nunca aprecia la belleza de lo que ve todos los días, nuestra Plaza Mayor es muy bonita. Por ejemplo, las fachadas de los edificios de la derecha (si dan la espalda al Concello), tienen unos pináculos preciosos. Y unas ventanitas de buhardilla que parecen de cuento. Entonces, una vez apreciada su belleza, miran de frente al Concello, bajan un poco y se meten por la calle de la derecha.

Ahí, avanzando unos metros, a mano izquierda se encontrarán “El Sindicato del Cómic”. Si no conocen esta tienda les diré que es la única de Ou especializada en cómics. Y cuando digo especializada es especializada, porque sus dos capos, Simón y Ricardo, saben de comics un rato. Si ustedes no suelen leerlos, pensarán que son publicaciones un tanto infantiles o violentas o eminentemente masculinas o especialmente freaks. Pero no es así. O no solo así. Hay de todo, para todos los gustos, géneros y públicos. Vamos, que es un sitio ideal para ir a comprar un regalo o hacerse el regalo a uno mismo. Además tienen “el sillón de leer”: ustedes van, eligen el cómic que les tenga buena pinta y, en vez de comprarlo a ciegas, se sientan allí cómodamente y leen un rato, a ver qué. ¿Como el que prueba el coche antes de comprarlo? Pues igual pero en cómic.

Cuando salgan de allí, les po- dría recomendar comer en la “Aldea da Grella” o en “El Gran Muralla”. Pero probablemente sea mejor que corran a casa a disfrutar sus adquisiciones.

hhjMira Ourense: Cuatro

Cuando vi este cartel, además de hacerme pensar qué tipo de chicas haría una fiesta de este tipo (muy respetable, por otra parte, líbreme dios de juzgar la frivolidad ajena), me hizo darme cuenta de una cosa: los grupos de amigos suelen ser cuatro, como estas chicas.

Mi grupo de muy-amigas somos cuatro, los del Equipo A son cuatro, los Beattles eran cuatro, las chicas de “Sexo en Nueva York” son cuatro, D ́Artagnan y los Tres Mosqueteros (aún me cuesta no escribir mosqueperros) son cuatro, los evangelistas son cuatro, Abba son cuatro (dicen que eran tan amigos que se acostaban unos con otros en todas las combina- ciones posibles), los Cuatro Fantásticos son cuatro...

¿Tendrá algo el cuatro que lo haga perfecto para temas de amistad y relaciones sanas? Cuando uno es solo uno, se siente solo; los componentes de las parejas suelen acaban aburriéndose el uno del otro, los triángulos son especialistas en dejar a uno de sus componentes herido emocionalmente... ¿Y el cuatro? Perfección.

Dulce hogar: Manualidades

Si ayer me hicieron caso y salieron a la noche, hoy estarán en estado de apatía, deshidratación y profundo tedio. Es el día perfecto para actividades que distraigan su mente de ideas turbias sobre la inutilidad de salir por la noche y ser felices para levantarse por las mañanas con pensamientos suicidas o, en el mejor de los casos, asesinos. ¿Qué actividad es esa que les puede volver a equilibrar? Las manualidades.

Hay que elegirlas bien, pues muchas requieren una paciencia que, para que nos vamos a engañar, no tienen ni tendrán jamás (y menos estando de resaca). También hay que tener en cuenta los materiales que tenemos en casa, pues tampoco querrán tener que sacarse su apestoso pijama, vestirse y bajar al chino. Pero como me siento culpable por haberles provocado la resaca, he resuelto estas incidencias para ustedes.

Necesitarán: una lata de conserva (la tienen, solo tienen que abrirla, comer su contenido y listo), pinzas de la ropa (tienen, lo sé), semillas (sirve la pepita del limón o naranja) y tierra (¡oh, por dios, dejen de poner problemas: si no la tienen, roben un poco de alguna maceta del vecino!).

Limpien bien la lata, vayan pegando las pinzas alrededor, llénenlo de tierra, hagan un huequito para poner la pepita, cúbranla de tierra, riéguenla y ¡ya!, ¿no es genial?, ¿no sienten que su resaca ha desaparecido? (Si no es así, problema suyo, na- die les manda hacer caso a una desconocida que les incita a darse al alcohol, no les digo...).

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