La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad inflamatoria de la piel, de carácter crónico, que se manifiesta fundamentalmente por la sequedad que conlleva su descamación e irritación, presentando placas rojas con lesiones ásperas y enrojecidas que pueden acompañarse de vesículas o pequeñas ampollas con líquido, costras, fisuras o grietas (dermatitis atópica exudativa). El síntoma más característico es el picor. En ocasiones es intenso, alterando el sueño y el carácter.
Su extensión es variable: cara, tronco, extremidades. Principalmente en hueco poplíteo, en la flexura de codos, de la muñeca y el pie, caracterizándose por cursar brotes repetidos de ezcema.
El aspecto de las lesiones es distinto en cada niño y gran parte del daño que se ocasiona en la piel, se produce por el rascado y el frotado, acciones que el niño no puede controlar, provocando en muchas ocasiones infecciones en la piel.
Los brotes son más frecuentes en la infancia. A partir de los 10 o 12 años mejora.
Afecta aproximadamente al 10% de todos los bebés y niños. Con el tiempo, la atopia puede manifestarse con otras alergias como el asma o la rinoconjuntivitis alérgica, lo que se llama la marcha atópica.
Puede aparecer desde el primer mes de vida. Es más frecuente alrededor de los 4-6 meses de edad y tiene una evolución variable. Según la edad, varía el sitio donde se localizan. Hacia los 10-12 años mejoran y apenas presentan brotes.
Es una enfermedad que no se puede prevenir. Hay que controlarla y combatir los factores que la agravan.
¿Qué causa la dermatitis atópica (DA)?
Influyen varios factores: Genéticos, inmunológico y trastornos de la función de la barrera de la piel.
Vamos a explicar lo que es la barrera epidérmica de la piel para poder entender la dermatitis atópica. Es una estructura necesaria para permitir el aislamiento del interior del cuerpo, del exterior. Es imprescindible para evitar que se escapen de nuestro interior sustancias vitales como agua, electrolitos o lípidos y así evitar que penetren en nuestro cuerpo sustancias (alérgenos), que podrían provocar toxicidad.
10 consejos para mejorar la calidad de vida del paciente:
1. Evitar los cambios bruscos de temperatura. Mantener temperatura suave del entorno.
2. El calor y la sudoración: uno de los factores desencadenantes de los brotes de dermatitis es la sudoración. En su mayoría, las personas notan que, cuando tienen calor, ya sea por el ambiente, el ejercicio físico, por utilizar demasiada ropa o por los cambios bruscos de temperatura de frío a caliente, comienzan a presentar picor. Es habitual, por ejemplo, ver erupciones e irritaciones en los pliegues puesto que son las zonas en las que normalmente se acumula más sudor. A la hora de dormir, lo mejor es que estén en una habitación en la que no haga demasiado calor y con sábanas de algodón para evitar la sudoración..
3. Higiene corporal: una buena higiene evita que la piel se contamine de bacterias. La ducha puede ser diaria, pero corta, de 5 minutos., incluso aunque haya lesiones activas importantes, exudativas e infectadas. Deben usarse geles dermograsos que no contengan jabón. La temperatura del agua no será entre 32-33ºC. Se deben evitar esponjas y secar suavemente sin frotar, utilizando tollas finas de algodón 100%. Tras el baño, aplicar cremas hidratantes con la piel ligeramente húmeda, masajeando suavemente para que penetren mejor (calman la irritación, reducen las molestias y los picores y reconstituyen la barreara cutánea).
4. Debemos evitar las complicaciones por una sobreinfección bacteriana. Es importante mantener las uñas cortas y limpias para evitar el riesgo de infección por el rascado. El molluscum contagiosum, de origen viral, también aparece de forma más intensa cuando existe una condición de atopia..
5. Prestar atención al tipo de ropa: evitar prendas ajustadas, ásperas, sintéticas, de nylon, licra o lana. Elegir prendas de algodón 100% o lino. El calzado, con suela de cuero y transpirable.
6. Detergentes: serán suaves o neutros. Aclarar la colada abundantemente y evitar los suavizantes. Lavar ropa nueva para eliminar residuos que contengan productos de su fabricación.
7. En verano: la dermatitis atópica mejora con el sol, la playa y los baños de mar. Aplicar fotoprotectores 15-30 minutos antes de la exposición solar indicados para pieles atópicas y que contengan SPF 50 y VA+VB con un círculo. Repetir cada 2 horas y tras el secado con toalla. Evitar la exposición solar en las horas centrales del día, de 12 -16 h. Tras el baño en el mar o la ducha en la piscina, dar una ducha rápida para eliminar el cloro y la sal.
8. En invierno: empeora a causa del frío, la humedad y la calefacción. El frío seco deshidrata la piel. .La piel seca es frágil, y significa que está falta de agua y lípidos. Mantener la temperatura en casa entre 20-22º.
9. Hidratación: una correcta hidratación es fundamental en el cuidado de la piel atópica. Ayuda a reducir el número de Brotes. Es muy importante ser constante y cuidadoso con la hidratación diaria. Usar cremas emolientes, mínimo una vez al día y tras el baño.
10. Los irritantes: son todas las sustancias ajenas al cuerpo que pueden causar ardor, enrojecimiento, comezón o sequedad de la piel. De forma general, no usar perfumes, colonias, ni cosméticos para la higiene personal. Tampoco usar productos que lleven alcohol, tintes, etc. Solo usarán los productos recomendados por el pediatra.
