¿Existe el síndrome postvacacional?

20160918155233573_result
photo_camera Con el inicio de curso vuelven las rutinas escolares en todos los centros educativos.

Todos contestaríamos que sí, por lo mucho que nos cuesta volver a la rutina, pero analicemos de qué se trata y si de verdad existe

El síndrome postvacacional, también conocido como estrés o depresión postvacacional, es un concepto que se refiere a la ansiedad o presión emocional que debemos afrontar al readaptarnos a las tareas laborales después de un período vacacional. No se puede considerar como una enfermedad sino como un proceso adaptativo a la vida laboral después de las vacaciones que, para algunas personas, puede resultar difícil.

¿EXISTE EN REALIDAD?

A nivel científico no existe consenso con lo cual no se puede afirmar rotundamente que exista. El estrés que nos puede ocasionar volver a la rutina se puede deber, en gran parte, a nuestro entorno de trabajo pues tenemos cierta actitud negativa ante él, una actitud de obligación y sacrificio. En las sociedades en que se considera el trabajo como algo creativo, con sentido por sí mismo, el estrés postvacacional prácticamente no existe. 
Pero, ¿por qué se produce? La readaptación a la vida laboral después de las vacaciones incluye cambios de horarios, de obligaciones y de estilo de vida en su conjunto. Todo ello conforma un proceso normal de adaptación, que en algunos casos llega a ser más intenso y produce en quien los sufre molestias psicológicas y/o físicas.

En la mayoría de las personas la vuelta a la normalidad laboral no supone ningún trastorno, sino más bien todo lo contrario, ya que vuelve con ilusión a la actividad productiva, en especial para quienes el entorno laboral se compone de actividades gratas y creativas que vienen acompañadas de relaciones sociales satisfactorias.

SÍNTOMAS

En algunos casos, la presión de la vuelta al trabajo llega a ocasionar verdaderos cuadros de estrés agudo con todas las manifestaciones emocionales, del comportamiento y físicas que lo caracterizan: malestar, ansiedad, depresión, disminución del rendimiento, palpitaciones, sudoración, aumento de las frecuencias respiratoria y cardíaca, temblores, cambios de humor, etc. Estos signos y síntomas de estrés los manifiestan con mayor frecuencia las mujeres, probablemente por desarrollar actividades en un entorno socio-familiar de mayor presión.

¿AFECTA A LOS NIÑOS?

La incorporación de los niños y jóvenes a las aulas puede venir acompañada de episodios de ansiedad y angustia. El síndrome postvacacional puede manifestarse de forma conjunta o aislada y la sintomatología es bastante amplia: tristeza, irritabilidad, alteraciones del sueño, fatiga, pérdida de apetito, aparición de molestias corporales, diarreas o vómitos. Síntomas que hacen que nuestros alumnos presenten una conducta alterada.
Los pediatras explican que el síndrome postvacacional es algo normal y muy comprensible, especialmente en niños que llevan desde el mes de junio sin horarios fijos, con menos preocupaciones y responsabilidades y disfrutando de ambientes distendidos. La crisis de adaptación puede ocurrirle a cualquier niño: a aquellos que inician el colegio por primera vez, a los que en verano han variado mucho sus rutinas, a los que cambian de centro y, por lo tanto, también de compañeros y profesores, e incluso a aquellos que cambian de etapa en la escuela.
Ante esta situación los adultos debemos manifestar tranquilidad y paciencia, haciéndoles ver lo positivo de cada época del año y no siendo nosotros mismos un ejemplo de negatividad frente a nuestra propia reincorporación al trabajo.

¿CÓMO SUPERARLO?

Primero debemos acostumbrarnos al horario ya que en verano nos levantamos cuando nos place y cuando volvemos al trabajo nos cuesta mucho madrugar. Sería bueno empezar una semana antes de volver al colegio o al trabajo a levantarnos un poco más temprano para que nuestro cuerpo se vaya habituando.
Huir de la rutina diaria pues la vuelta al trabajo supone volver a hacer lo mismo y a hablar con la misma gente lo que nos hace echar de menos las vacaciones. Hacer una escapadita de fin de semana o iniciarse en un nuevo hobbie sería una buena opción para animarnos un poco.
Pensar en positivo pues justo antes de volver al trabajo, no paramos de pensar en “todo lo que se nos viene encima”. Reuniones, horarios estrictos, deberes, etcétera. Todo esto hace que surja un estrés añadido. Ante esto, lo primero que tenemos que hacer es tranquilizarnos y sosegarnos. 
Es también importante que nos organicemos con todo lo que tengamos que hacer antes de volver al trabajo. Así evitaremos agobios que lo único que harán es desconcentrarnos. 
 

Te puede interesar
Más en Xornal Escolar
xornalescolar_0304_otitis_01
Escola de Familias

¿Qué es la otitis?

xornalescolar_0304_nuria_01
De que se fala

Solo lo que suma