Explicamos el origen de este desconocido virus y las consecuencias que acarrea en las personas infectadas
Seguro que en los últimos meses has oído hablar de un virus desconocido hasta el momento, que recibe el nombre del Zika (también llamado Zikav o Zikv) y que comenzó a propagarse por América Latina.
En febrero de 2015, las autoridades brasileñas comenzaron a investigar un brote de erupciones en la piel que afectaba a seis estados en la región noreste del país.
El recuento de personas afectadas ha crecido día a día, hasta el punto que se cree que acabará estando presente en todos los países de América Latina. Sin olvidar de que existen casos aislados por casi todo el mundo.
¿QUÉ ES?
El virus Zika es causado por la picadura de un mosquito y se cataloga como un arbovirus perteneciente al género flavivirus, que son aquellos que animales invertebrados, como garrapatas, lo transmiten al ser humano. El Zika es similar al dengue, la fiebre amarilla, el virus del Nilo Occidental y la encefalitis japonesa.
Los síntomas de la enfermedad no son graves; consisten en fiebre, sarpullido, dolor en articulaciones y conjuntivitis y suelen durar entre cuatro y siete días.
Existen casos en los que la infección también puede presentarse de forma asintomática.
La mayoría de las personas se recupera sin mayor problema y la tasa de hospitalización es baja.
El tiempo de incubación suele oscilar entre 3 y 12 días. Tras este período, aparecen los síntomas.
ORIGEN
El virus se identificó en 1947 por primera vez en Uganda, concretamente en los bosques de Zika.
Se descubrió en un mono Rhesus cuando se estaba realizando un estudio sobre la transmisión de la fiebre amarilla en la selva.
Diferentes análisis confirmaron la infección en seres humanos en Uganda y Tanzania en 1952, pero fue en 1968 cuando se logró aislar el virus con muestras provenientes de personas en Nigeria.
Los diversos análisis genéticos que se han llevado a cabo han demostrado que existen dos grandes familias en el virus: el africano y el asiático.
TRATAMIENTO
No hay una vacuna ni un tratamiento específico para el Zika, sólo se tratan los síntomas por medio de descanso y paracetamol para el control de la fiebre. No se recomienda el uso de aspirinas por el riesgo de sangrado que acarrea.
También se aconseja ingerir líquido en abundancia y para manejar el prurito ocasionado por la erupción, se utilizan antihistamínicos.
Es necesario mantenerse alejado del paciente al menos durante la primera semana de la enfermedad para evitar el contagio.
Para prevenir, y dado que se transmite por medio de un mosquito, se recomienda el uso de mosquiteros impregnados en insecticida.
Se deben usar repelentes y ropa que cubra todas las extremidades para que haya menos posibilidades de sufrir una picadura.
ZIKA Y MICROCEFALIA
Todo parece apuntar que existe relación entre el virus del Zika y los casos de microcefalia en bebés de embarazadas afectada por el virus. Pero, ¿qué es la microcefalia? Se trata de un crecimiento anómalo del cerebro que hace que la cabeza crezca menos de lo que le corresponde.
El problema de las infecciones por virus es que no sólo hacen que el cerebro crezca más pequeño, sino que se forme mal y haya malformación tanto de la formación de la corteza cerebral, como destrucción de cerebro con calcificaciones lo que provoca una situación grave del desarrollo del cerebro.
Si la infección es precoz, en el primer trimestre, el feto puede incluso morir o sufrir malformaciones tan graves que el niño esté severamente afectado neurológicamente.
Hablamos en este supuesto de un niño que no pueda llegar a caminar, que no hable, que no pueda alimentarse solo, que tenga epilepsia,...
Todavía no existe un consenso definitivo de la relación directa entre el virus y la aparición de microcefalia en bebés; lo que sí está claro es que no existe tratamiento y vacunas específicas para tratar esta infección pues hasta el momento solamente se actúa sobre los síntomas.
