Después de algún susto con final feliz en la encarnizada batalla por la permanencia, el Cáceres ansía un año tranquilo. Pero en esta LEB Oro eso es complicado. El rival del COB mañana en el Pazo mezcla piezas de la “vieja guardia” con caras nuevas no exentas de un punto exótico. Aterrizarán en As Burgas después de sumar su primer triunfo del curso, ante el Melilla en un duelo en el que mejoraron sus prestaciones con respecto a las derrotas ante el Estudiantes (sobre todo) y en Castellón.
Para esa alegría tuvo que tirar del carro un excobista. Greg Gantt ha comenzado como un tiro. Promedia 15,3 puntos por partido con un porcentaje de acierto en el tiro de tres por encima del 46%. El MVP del COB en la temporada de LEB Plata llegará motivado.
Por fuera, en la dirección, el colombiano Atencia está en Cáceres obligado a tener más galones de los que tuvo en el Estudiantes, con un veteranazo como Dani Rodríguez aportando dentro y fuera de la pista. La polivalencia del mexicano Bonilla y los minutos de “los Pablos” también están sobre la mesa.
Fortaleza
Por dentro destaca Dikembe André. Una fuerza de la naturaleza, quizá no la más estética del mundo, pero que está rindiendo bien en el juego interior. Potencia y rebote asegurados (roza el doble-doble) y una prueba para los “5” cobistas. Completan la batería Juanjo Santana, que no negocia el esfuerzo, o los ya conocidos en la liga Raitanen y Cepukaitis, el primero saliendo fuera y el segundo fajándose dentro.
Capitaneando la nave, Roberto Blanco. El técnico, un hombre de la casa, vive su sexta campaña como entrenador cacereño y ya se ha ganado a pulso la etiqueta de clásico en el equipo extremeño. Una idea clara, que los nuevos no tardan en asimilar, y que ya está a prueba un año más para tratar de conseguir una permanencia de oro. Y, si se puede, sin tantos sofocos como la última.
