Baloncesto

Al COB no le da para competir

Sergi Quintela trata de anotar ante el jugador del COB David Navarro.
photo_camera Sergi Quintela trata de anotar ante el jugador del COB David Navarro.
Las bajas siguen lastrando a un equipo que solo fue capaz de tutear al Breogán hasta el descanso y que después se esfumó completamente

El COB confirmó en Lugo lo que ya enseñó en el partido anterior en Palencia. Tiene ganas y recursos, pero los jugadores que le faltan por llegar hacen imposible completar un juego equilibrado y consistente. Esta vez compitió muy bien los primeros dos cuartos y se esfumó tras el paso por los vestuario. Con menos pilas no está para este tipo de citas. Por ahora.

La primera mitad del COB fue notable. Poco más se le puede pedir a un equipo limitado de recursos para tener equilibrio en ataque y rotaciones más lógicas.

El primer cuarto empezó con ritmo y acierto. Y el COB lo tuvo. El segundo exigió remangarse y el COB fue tan duro e intenso como su rival.

En los primeros 20 minutos estuvo siempre serio. Encontró en la zona a Arkeem Joseph, jugó con criterio cuando Mikel Úriz y David Navarro coincidieron en pista y  atacó el aro con los exteriores para encontrar canastas o tiros libres de los que nutrirse.

Pero lo mejor del COB estuvo en defensa. El Breogán no anotó una sola canasta cómoda en toda la primera mitad. Aboubacar y Larsen chocaron una y otra vez y las canastas de calidad de Sollazo o Soluade fueron el recursos para mantenerse por delante en el marcador. El Breogán estaba incómodo ante un rival con muestras de cansancio, pero competitivo.

Hundidos tras el descanso

En los primeros cinco minutos del tercer cuarto se diluyó todo los hecho hasta ese momento. El COB salió menos intenso y lo pagó. El Breogán pudo correr y empezó a tirar sin una mano cerca. Un parcial de 20-4 y partido resuelto (53-36) ante un equipo ourensano en el que las pérdidas de balón se imponían a los ataques con criterio y los tiros eran cada vez más forzados .

Volvió a apretar el COB en defensa y le dio para mejorar la imagen y adecentar el marcador en la recta final del tercer cuarto (56-44).

En los últimos minutos el partido perdió rigor. Una vuelta de tuerca en defensa al inicio (58-47) para aflojar luego dos (66-47). Cada vez los locales corrieron con menos defensores que superar y más espacios para maniobrar en el juego en estático. Y ahí, cuando el oxígeno pasa factura, este COB está condenado. Le pasó en Palencia y le volvió a pasar en Lugo. Le sobran 20 minutos y en ese tiempo permite marcadores que hacen daño incluso con coartada.

Las bajas lo condicionan todo

Mientras no lleguen los jugadores que faltan el puzzle está demasiado incompleto como para pedirle algo más que no sean detalles de calidad individual y mucho compromiso colectivo. Y eso el COB lo tiene, pero no sirve para jugar partidos y tampoco para evolucionar colectivamente de cara a la liga. 

Las ausencias de Adonys Henríquez y Djordje Dimitrijevic se están cargando la pretemporada y amenazan con condicionar la primera parte de una liga sin margen para el error. Van dos avisos para tomar nota.

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