LEB ORO

El COB se mantiene en la pelea por el play off tras vencer al Cáceres (71-77)

El COB en Cáceres
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El COB jugaba frente al Cáceres sin Justin Turner y sin Sergio Llorente, pero un estelar Mindaugas Kacinas empujó al equipo hacia la victoria (71-77)

Cuanto peor, mejor para el COB en Cáceres. En un partido sin Turner ni Llorente, con Radic peleado con el mundo y el banquillo, los ourensanos sumaron la victoria 13 para seguir sin perder comba en la carrera por el play off tras superar a los extremeños 71-77. Un duelo que, por momentos, pareció de pretemporada. Con algún error de arquear la ceja, y algún otro para directamente clamar al cielo. Pero en esas trincheras asomaron la cabeza los de Félix Alonso gracias, en grandísima parte, a un Kacinas que fue bueno en las malas y muy bueno en las mejores

Porque la puesta en escena fue un bocadillo de polvorones. Espesa e intragable. El COB iba sin las largas en ataque y no mordía en defensa. Así que, aunque el Cáceres no bordaba el baloncesto, empezó pronto a mandar (12-6, m.5). Ya comenzó a asomar el lituano para que la cosa no fuese peor y el 20-13 al final del primer cuarto obligaba a darle una vuelta de rosca a todo.

Se empezó a notar, pero a fuego lento. La defensa cacereña tenía más agujeros que una red y era cuestión de ir encontrándolos sin pegarse demasiados tiros en los pies. Samu Rodríguez intentó celebrar su renovación con puntos, pero estaba gafado con los árbitros. Debieron hablar de él (y no bien) en la cena de Navidad del colectivo, porque si no no se explica. Un poco del canario, otro de Mendikote y bastante de Kacinas fueron compensando lo de Hamilton y Balaban para mantenerse en partido (41-39, m.20).

En la reanudación, pareció que las maldades ganaban a las virtudes de nuevo, pero dos triples del lituano, sumados a un robo más asistencia a Adika dieron al COB la primera ventaja del partido (48-49, m.27). ¡Aleluya! Era el momento de machacar ante un rival tocado y con el descenso matemático sobre sus cabezas. Pero eso es mucho pedir. El COB no supo, no pudo y no hizo. Un final de tercer cuarto catastrófico de Adika le puso respiración asistida al Cáceres con un 7-0 de parcial (55-52, m.30).

Tocaba remar lo ya remado. Un último cuarto para demostrar que, aún con las bajas, los ourensanos tenían más “de lo que sea” para llevarse el partido. En esos momentos Radic ya estaba en el vestuario por un “calentón” modo aire sahariano en pleno mes de agosto. Pero estaba Kacinas, con la sangre helada, anotando, reboteando y dirigiendo. Además, Javi López dio un paso adelante con acciones decisivas (64-69, m.38). Y aunque con este COB hay que presuponer poco, el triunfo ya no se escapó en el intercambio de tiros libres final.  Una alegría de resistencia y resiliencia. Y a seguir peleando por ser optimistas, aunque los mimbres vayan siendo menos.

Asoma el Burgos por el horizonte. La derrota del Coruña en Alicante enciende la parte alta. Se viene partidazo en el Pazo. 

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