El abuo Sisa es un abuelo como tantos otros que podáis conocer. El abuo Sisa tiene una característica común a todos los abuelos, también es padre y ése es un detalle curioso porque no todos los padres son abuelos, pero sí todos los abuelos son padres (la propiedad conmutativa, el mínimo común múltiplo, el teorema de Pitágoras y las diferentes mierdas que nos enseñaron en las clases de matemáticas de nuestra infancia no se pueden aplicar a este caso). Además creo, sin tener una certeza absoluta, que todos los abuelos son primero padres y luego, con el tiempo ascienden a abuelos, pero como ya os he dicho debería profundizar más en esta investigación.
El abuo Sisa tiene un amigo, el abuo Pepe, que también fue padre antes de su ascenso, y ambos tienen muchas cosas en común, seguramente por eso son amigos. Uno y otro son hombres inteligentes (tengo que estudiar el tema porque me acabo de dar cuenta de que los abuelos son todos hombres, o quizás es una mera coincidencia), muy trabajadores y que han entregado sus vidas en busca del bien de sus familias por encima de todas las cosas. Los dos oyen poquito, menos que un gato de escayola, pero coinciden en que son las conversaciones cruzadas las que les dan problemas. También les gusta jugar a las cartas, mus uno y tute el otro, disfrutan conversando y tienen anécdotas para llenar la cuarentena.
¡Muchas felicidades papá! Ojalá un día también me gane el ascenso a abuelo
Casualmente, cuando llevan el traje de padre te riñen si tiras algo al suelo, si dices una “palabrota” o si rompes algo, pero en cambio, si se visten de abuelo se ríen a carcajadas y te animan a repetirlo.
El abuo Sisa y el abuo Pepe no son unos abuelos cualquiera, son los ABUELOS de mi hija Leire, pero también son padres y hoy es su día en el calendario.
Muchas felicidades Papá y gracias por todo lo que me has enseñado; ojalá lo haga tan bien como tú y un día merezca el ascenso a Abuelo.
