En la primera jornada de la liga el Burgos visitaba la cancha del Oviedo. Tenía el partido controlado hasta el descanso, pero el equipo local lo igualó en la segunda mitad y se lo llevó en la prórroga. Desde aquel sábado el próximo rival del COB no ha vuelto a perder un partido y han pasado dos meses y medio.
Por presupuesto y por plantilla era ya de antemano el favorito al ascenso directo compartiendo los boletos que el Estudiantes, pero incluso así 11 victorias seguidas en una liga tan compleja e igualada como la LEB Oro no son fáciles. De todas ellas, en pocos partidos sacó el mazo, pero también pocos fueron capaces de tener opciones reales de ganarle. Es un equipo sólido, solvente y reconocible.
Este Burgos no se parece en nada al de la temporada pasada. Lolo Encinas hizo del Gipuzkoa una maquina perfecta capaz de competir los 40 minutos contra cualquier rival. Ahora entrena a un equipo con más físico, mucha más calidad y un banquillo más largo. El resultado es un martillo pilón que no es ni el mejor ataque ni la mejor defensa, pero sí el mejor equipo de la liga.
Como la trayectoria, también el juego tiene mérito. Por muchos cromos que haya fichado en verano, luego hay que encajarlos y rotarlos y lo está consiguiendo. Juega bien, pero además muerde cuando el rival no se descuelga. Ahí todavía tiene más mérito.
Gonzalo Corbalán ha dado el paso más que le faltaba la campaña pasada como base, pero su compañero de posición, Micah Speight es tan o más protagonista en el juego que él.
Miha Laponik es el máximo anotador del equipo y está tirando con un sobresaliente 51 por ciento de acierto en el triple, pero Álex Barrera también tiene minutos importantes, Prince Ali es uno de los líderes y Millán Jiménez, una de las piezas que une a las demás. Aún queda el físico de Adala Moto para completar una línea exterior intimidante.
Más madera en el juego interior. Jugadores con galones ACB a los que no se les caen los anillos a la hora de currar en la LEB Oro y dos jugadores con rol testimonial en la élite, pero que ya han demostrado ser determinantes en esta liga y vuelven a hacer méritos para reclaman un hueco más arriba.
Para completar sus argumentos al campeonato, juegan en casa con la mejor afición de la liga y una de las mejores de España. Tras un batacazo duro de superar y con competencia en la ciudad más de 8.000 están siempre en el Coliséum.
