Las cuatro estaciones del Pazo

Nervios, enfado, alegría y celebración pasaron por las gradas en cerca de dos horas de infarto que terminaron con muchas sonrisas y alguna lágrima

Si algo estaba claro antes del partido era que el Pazo no iba a fallar. Imposible. Impensable. En Ourense los play off son una religión sean para subir a la ACB o para regresar por la vía rápida a la LEB Oro. Y un partido decisivo, aún se nota más ese clima. Todas las sensaciones pasarón por las gradas de la casa del COB. Nervios iniciales, esperanza, enfado, alegría y celebración. ¡Menuda mezcla! Alguno se dejó años de vida y mañana se despertará con alguna que otra cana de más. “Pero mereció la pena”, decía algún aficionado tras el final mientras se secaba aliviado el sudor.

Fue una tarde de imágenes, de detalles. Individuales y colectivos. Para todos los colores. De una afición que ha vivido un año estilo montaña rusa pero que ha terminado el curso en todo lo alto. El último duelo, un fiel reflejo de las decenas anteriores. Subidón y bajón, antes del gran éxtasis final. Felicidad y alivio se mezclaban entre los presentes. Y es que un año más en esta categoría sería un polvorón difícil de digerir. 

LA GALERÍA

Hoy es el día de asimilar y reposar el huracán de sensaciones que se vivió ayer. También de que cada uno revise su “galería” del teléfono móvil para recordar con una sonrisa dos horas de infarto. Lo que pudo ser y, al final, fue. Eso sí, que no se confundan, que diría la eurovisiva Chanel. Ese álbum de fotos se tiene que llamar: “Ascenso COB 2022”.

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