Siendo muchas las coincidencias, más grupal y que su sexto hombre, Zamora, terminó por decidir el partido, bien se puede decir que Gonzalo García de Vitoria le hizo un "Auerbach" a su homónimo, el gallego Javi Rodríguez
Me comentaba, al finalizar el partido, mi joven compañero de asiento Alex Santás que el COB había estado mejor como grupo y más fuerte en defensa que un Oviedo que sobrevivía merced al acierto, alternativo e individualista y sin mediar distancia alguna, de Ahonen y Llorente.
No le falta razón, pero quizá sí justicia con algunos más. Decía el gran Bill Russell de su técnico y "creador" de la leyenda de los mejores Celtics, Red Auerbach, "Nunca jugué para él; trabajamos juntos que es diferente". Así "trabajó" este COB de autor diseñado por Gonzalo de García de Vitoria.
Si a Auerbach le corresponde la innovación de lo que hoy se conoce como el "sexto jugador", aquel jugador que no es titular pero que juega igual o más minutos que un titular, a Gonzalo García de Vitoria le corresponde la actualización de este sistema en la persona de Jhornan Zamora. Por personalidad, liderazgo, responsabilidad, polivalencia y por que en esta ocasión fue más sexto jugador y decisivo que nunca.
Del exitoso técnico norteamericano se decía que había establecido un ataque de siete hombres, con los que terminaba por ganar hasta fácil sus partidos. Que serían Masters, Ott, Rodríguez -otro gran partido el suyo- Van Wijk, Rozitis... Zamora -el sexto- y Earl Watson.
Quizá nunca llegó a tener el COB, al igual que aquellos Celtics, a uno de sus jugadores titulares liderando una estadística, pero sí muchos jugadores sumando al grupo. Si hasta el joven Pluta por momentos se caracterizó en Allen Iverson: "Yo no soy un base director. Yo soy un asesino". Con tres triples consecutivos ante las narices de su defensor.
Siendo muchas las coincidencias, más grupal y que su sexto hombre, Zamora, terminó por decidir el partido, bien se puede decir que Gonzalo García de Vitoria le hizo un "Auerbach" a su homónimo, el gallego Javi Rodríguez.
