El COB entrenó ayer por primera vez con todos los jugadores. El domingo llegó a Ourense Romaro Gill, ayer por la mañana pasó el reconocimiento médico y por la tarde tuvo su primera toma de contacto con sus compañeros. Los 12 del equipo de LEB Oro y los júniors Santiago y Javier González.
El pívot jamaicano es una de las piezas llamadas a ser diferenciales en el juego cobista y tendrá por delante dos semanas para acercarse al nivel físico y al bagaje táctico que tiene el resto del equipo.
“Las primeras sensaciones son muy positivas. Ha venido muy bien físicamente pese a a llevar tiempo sin jugar. Además, viene de un viaje realmente largo y ha aguantado perfectamente todo el entrenamiento”, decía Félix Alonso tras el entrenamiento en el Pazo. En los próximos días “iremos viendo como es el tacto que tiene con el balón o como es en la lectura de juego, pero las primeras impresiones como jugador y personales son realmente buenas”.
Con 2,18, Gill es uno de los jugadores más altos en la historia del COB. En su primera aparición ya dejó claro que en su caso no hay ni trampa ni cartón: “A todo nos ha pasado o hemos escuchado de fichajes que llegan y miden mucho menos de lo que ponía la ficha. Algunos, cinco o diez centímetros. No ha pasado, es tan grande como esperaba”. Y añade: “Con él ya vamos a poder tener a todos los jugadores en sus posiciones y vamos a poder entrenar lo que realmente queremos”.
El viernes, en Riazor, podría debutar ante el Básquet Coruña, en el que será el último partido de la temporada de equipo cobista.
