El COB juega este domingo (19:00 horas) el primer partido de la liga en el Pazo. Para Óscar Alvarado además puede ser el primero de la temporada. Todavía está en condicional.
"Estoy muy motivado y con muchas ganas de poder jugar. Estoy haciendo todo lo que puedo para recortar plazos y llegar al próximo partido, pero no sé todavía qué pasará", explica el base canario tras una lesión en la pierna izquierda que ya le hizo perderse el partido inaugural en Almansa.
"Me levanté varias veces del sofá. No aguantaba sentado", asegura tras tener que ver por televisión a su equipo en el debut. "Es algo totalmente nuevo para mí. Solo tuve un problema en el quinto "meta" hace unos años, pero fue en verano y no me impidió empezar la pretemporada. Nunca he estado lesionado ni me he perdido un partido, pero es algo para lo que un jugador profesional tiene que estar preparado y saber llevarlo".
A dos días del partido no es capaz de garantizar su presencia, por más ganas que tenga: "Ahora mismo diría que está al 50 por ciento. Los médicos me dicen que vamos bien y que vamos a intentarlo por todo los medios, pero que tampoco queremos correr ningún riesgo y que luego pueda perderme más partidos. Era una previsión de tres semanas y vamos a intentar volver en dos".
Volver para el primer partido en el Pazo. Más ilusionante todavía tras una pretemporada sin partidos en la provincia de Ourense: "Es una semana bonita, en la que todos queremos mostrarnos ante nuestra gente. Quizá en otra semana no querría forzar tanto. Personalmente me apetece mucho que me vea la gente y ayudar a demostrar que venimos para hacer algo grande".
Alvarado puso mucho de su parte para fichar por el COB y desde el primer momento se mostró muy ilusionado con esta nueva aventura, tras destacar en Valladolid las últimas temporadas: "Lo primero es intentar ayudar al equipo para ganar y luego tendré toda la temporada para demostrar todo el Óscar Alvarado que llevo dentro y que llega a Ourense con 28 años y en el momento más bonito y más maduro de mi carrera deportiva".
Por presupuesto el COB estaría obligado a pelear por la permanencia, pero el mensaje es más ambicioso desde todos los focos del club. El base también va en esa línea: "Veo que hay mimbres suficientes para poder hacer una temporada ilusionante. Era lo que me exigía a mí mismo este verano, dar un paso hacia adelante, y creo que lo he hecho. Creo que tenemos un equipo al que no debemos ponerle techo y no me atrevo a hacerlo. Estoy convencido de que nuestro techo puede ser realmente alto".
El listón de la temporada pasada está altísimo. Un COB de Final Four en una liga temible. El nivel ahora es incluso superior en todos los rivales: "El año pasado fue la LEB Oro más competida que he jugado en mi vida y creo que este año se va a superar. Va a ser una liga muy difícil en la que va a costar mucho ganar cada partido y para nosotros va a ser muy importante empezar haciéndonos fuertes en nuestra cancha y que todos los rivales sepan que va a ser muy complicado ganar en el Pazo".
Curioso cuando reconoce que en sus anteriores visitas las emociones que sintió no ayudaban a pensar en un futuro vistiendo la camiseta cobista. Más bien todo lo contrario: "Siempre que he venido como rival me he sentido muy incómodo y cuando fiché aquí le pregunté a mi hermano (jugó en el COB en LEB Plata) y a Cristian (Díaz) por el pabellón y me dijeron los dos que ya me daría cuenta cuando jugase con la afición, que el Pazo te hace mejor jugador y que entendería el porqué. Que la afición de Ourense, igual que te condiciona como rival, te empuja tanto que te ayuda cuando eres uno de los suyos".
Toda ayuda vendrá bien al COB ante un rival que llega herido tras perder en la primera jornada, pero con plantilla para estar muy arriba: "Castellón siempre va a lo seguro y tienen jugadores de garantías. Es un equipo con los roles muy claros y muy serio de rebatir. Por eso es más importante todavía que estemos todos para este partido y ayudar en los que podamos".
