Zona COB

Si es necesario

Me molesta escribir diariamente sobre temas relacionados con el maldito coronavirus, aunque es verdad que esta columna se llama “Diario de una cuarentena” y es inevitable que el Covid19 invada continuamente la intimidad de mi cabeza.

Todas las noches, cuando conseguimos que nuestro minitormento se duerma, los papás intentamos aprovechar un rato para poder descansar − es increíble, pero cierto, que incluso ahora no dejamos de hacer cosas −, y desconectar un poco. Para conseguirlo solemos poner algún capítulo de una serie o, si tenemos más tiempo, aprovechamos para ver una peli, con palomitas y todo. Muchas veces, según se acaba el avituallamiento , nos quedamos dormidos. Ese es también el momento en el que me surgen ideas para mi siguiente columna, ya sea por el mensaje de lo que estamos viendo o por conversaciones que hemos tenido durante el día.

Ayer, de pronto, en medio de la película, “Más allá de la esperanza”, me levanté y escribí en un papel la siguiente cuestión: ¿qué estamos dispuestos a ceder? Esa idea llevaba unos días rondándome por la cabeza, apareciendo y despareciendo, pero ayer se manifestó con la vehemencia que Cristofer lo hacía a Carlos Jesús.

Ahora mismo todos somos muy solidarios; salir a la ventana a aplaudir está muy bien, escribir en nuestras redes sociales frases de apoyo en vez de críticas destructivas es genial, hacer cadenas de mensajes positivos y reconocimiento a los demás es perfecto. Pero … cuando todo esto pase y empiecen los recortes, nos toquen el bolsillo, nos limiten derechos o nos amplíen las obligaciones, ¿cómo vamos a reaccionar?

Porque una cosa está clara, lo peor está por llegar, excepto para aquellos que han sufrido la tragedia de una pérdida. Quiero saber si ahí vamos a tener la solidaridad de, por ejemplo; perder las vacaciones para que la empresa pueda recuperar el tiempo perdido, si es necesario; renunciar a la paga extra, si es necesario; aumentar las horas de trabajo durante un tiempo, si es necesario; etc …

Lo que sí tengo claro es una cosa: al final, cuando salgamos de la cuarentena y más tarde regrese una especie de normalidad a nuestra vida, volveremos a pensar individualmente y valoraremos nuestra solidaridad según nos beneficie a nosotros o no y, por supuesto, criticaremos también al que no lo haga. Eso sí, esperemos que todos estos esfuerzos los tengamos que hacer sólo SI ES NECESARIO.

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