Érase una vez...

No va más. Pase lo que pase la temporada baja el telón este fin de semana. Mágica para un COB que ha llegado más lejos de lo que nadie habría pronosticado pero que aterriza en Bilbao sin intención alguna de despertar de su sueño. El equipo ourensano se mide esta tarde al Palma con la misma modestia y ambición de siempre. Sin bajar la cabeza ante un rival imponente ni creérselo tras eliminar al Oviedo por la vía rápida en la ronda anterior.

La Final Four de Bilbao ilusiona por formato y escenario. Habrá que ver si además intimida. El COB llega sin la presión del favorito. Sabiendo que ya tiene el sobresaliente en el bolsillo.

La primera semifinal del torneo enfrenta a dos equipos caracterizados por la seriedad. En los que se nota la mano del entrenador en el estilo y en la implicación. El COB ahí no tendrá ventaja alguna. Cuesta encontrar algún aspecto en el que sea superior de antemano. En el cuerpo a cuerpo sale claramente perdedor. A los puntos en el cinco inicial y por K.O. en las rotaciones. Tendrá que volver a hacer magia para multiplicar sus virtudes y minimizar al contrario. Evitar las rachas de acierto de un perímetro sobrado de puntos y contener en la zona a Fran Guerra. Toca estirar la manta por los dos polos.

Tarea exigente, lógica cuando el premio es tan grande, pero para la que están capacitados los ourensanos. No necesitan inventar nada. El COB de siempre es el que debe apurar las opciones en un partido que obligará a la mejor versión permanente. Pero la tiene tatuada. Este equipo obliga a confiar siempre. A pensar que puede ganar cualquier partido y que tiene argumentos para conseguirlo sin concesiones.

Vidal jugará

Si el COB ha llegado a este punto es porque es tan bueno como cualquiera. Recupera a su base titular tras haber jugado su mejor baloncesto sin él. Vidal volverá a ser clave. Si el uruguayo tiene el criterio habitual el juego del equipo sube enteros. Habrá que esperar como reacciona su tobillo derecho, pero visto el entrenamiento de este viernes está listo. Otra cosa son las sensaciones que pueda tener tras el parón de tres semanas de ausencia.

Lo demás tiene que ser mucha defensa y confianza. En una estrategia preparada a conciencia por un cuerpo técnico capaz de marcar la diferencia y en un tiro exterior que debe, como mínimo, equilibrar la balanza para tener opciones de victoria.

La intensidad defensiva se da por hecha en un equipo que la lleva de serie. Como la experiencia o el talento su rival. El Palma tiene capacidad para ganar el partido incluso sin necesidad de sobresalir. El COB tiene consistencia para lograrlo sea cual sea el nivel del rival.

Un partidazo que abre la puerta a una final con premio exagerado. La ACB regresará mañana a Bilbao, se estrenará en Palma o en Melilla o irá a una ciudad que la merece más que nadie. Ourense vuelve a soñar con un ascenso cuando menos lo esperaba. Quizá ahora sea la buena. Quizá no, pero la ilusión de pelearla no se lo quita nadie.