La afición del Río Ourense Termal y su arcoiris de camisetas fueron clave para que se cerrase la eliminatoria a la primera
Al final no habrá quinto partido, ni tan siquiera cuarto, y mira mucho mejor para nuestros corazones, el de todos. El Río Ourense Termal, el Pazo y sus aficionados volvieron a ser uno para ganarse la primera de las cuatro plazas de la final four de Bilbao.
Y la verdad es como dijo Míchel "(me)se lo merecen" por muchos motivos. El primero por acudir al llamamiento lanzado por un equipo que sin la presión de los grandes se ha hecho gigante. El segundo, porque a pesar de recibir palos y más palos con el no ascenso a la ACB, sigue creyendo que puede volver a ser parte de una élite que se le negó de forma injusta. Y el tercero, porque con el ambiente de ayer y lo metidos que estuvieron absolutamente todos los asistentes al Paco Paz en un horario que no gusta a nadie (cuando se gana un poco más) se puede conseguir cualquier cosa, incluso que Vidal pase más de cuatro minutos sentado, todo un reto en estos tres partidos.
¡Qué fiesta! ¡Qué éxtasis! ¡Y que bonito es el deporte! Ver a niños y mayores juntos animando a 12 chicos y un cuerpo técnico que ya han hecho historia emociona, aunque más incluso cuando por fin se ve a 'rapaces' que son del COB por encima de todo. Y no lo dice el que scribe, lo cuenta el arcoiris de camisetas de la grada (magosto, entroido, vintage...¡Qué despliegue!) y sobre todo, los comentarios al terminar el partido, cuando el pasamanos se convierte en la comunión entre todos y los selfies corren por las redes sociales como la pólvora ¿Acaso hay una publicidad mejor?
Con la maleta ya hecha para Bilbao solo queda darle las gracias a esta plantilla por el regalo de cumpleaños, me hacía mucha falta.
